Podemos siempre ha sido un partido republicano, nunca ha ocultado que su intención es abrir la reforma constitucional con el capítulo de la forma de Estado en primer lugar. Pero de ahí a la ofensiva desatada en la última semana hay un salto enorme que el Gobierno no está parando en ninguno de sus frentes.
Para empezar, este mismo martes se admitió a trámite en el Congreso una propuesta de Unidos Podemos para que los insultos al Rey dejen de ser delito, como acordaron Pedro Sánchez y Pablo Iglesias en la negociación de Presupuestos. El pacto -presentado en Moncloa con firma institucional incluida- aglomeraba medidas no precisamente económicas, sino de "acuerdo político" hasta "el final de la legislatura". Y una en la que más hincapié hizo el partido morado fue la de las injurias a la Corona dejen de estar contempladas en el Código Penal.
Por otro lado, este miércoles el líder del partido morado prevé ser "muy duro" en la Cámara Baja exigiendo la paralización de la venta de armas a Arabia Saudí. Pero no lo hará precisamente atacando al Gobierno al que sostiene, sino señalando la "relación estrecha de amistad" entre Felipe VI y el heredero de los Saud, Mohamed bin Salman.
Podemos tardó en reaccionar, pero una vez abierta la veda contra la postura débil del Ejecutivo ante el asesinato y descuartizamiento del periodista saudí Jamal Khashoggi en el consulado de su país en Estambul, halló en la estrategia en su decálogo. Cuando los morados se sumaron al clamor mundial por el escándalo lo hicieron culpando al monarca por sus “amigos íntimos”. Los de Iglesias sí reclaman dejar de vender armas a Riad pero no acusan a Sánchez de ser “cómplice” de “una teocracia asesina” como sí lo hacían con Mariano Rajoy.
Fuentes internas de Podemos han explicado a este periódico que en el conflicto abierto por los contratos delas cinco corbetas de Navantia en la bahía de Cádiz, la clave no está en los casi 6.000 empleos que desaparecerían en caso de romper con Arabia Saudí, "el problema es que son amigos del Rey".
Un referéndum sobre el modelo de Estado
Cualquiera de los miembros del partido morado bromeaba la semana del 12-O que a la recepción en el Palacio Real iría Pablo Iglesias "cuando la gente vote a Felipe VI". Y este mismo martes la formación de los círculos ha propuesto "eliminar el 12-O" y que la Fiesta Nacional sea el día de Sant Jordi, 23 de abril, aniversario de la muerte de Miguel de Cervantes. "Para que quepamos todos actualizando la patria", ha dicho el portavoz de Podemos en la Comisión de Defensa del Congreso, Félix Alonso Cantorné.
El cerco a la Monarquía lo ha cebado Podemos, además, con una encuesta montada a iniciativa del propio partido vía online y a 1.014 personas. Según ese presunto sondeo del que ha informado la formación de los círculos, más de la mitad de los españoles, el 53%, quiere un referéndum sobre el modelo de Estado.
Comisión de investigación
Este martes, los diputados de Podemos se decían indignados en los pasillos del Congreso porque PP, PSOE y Ciudadanos habían vuelto a bloquear la constitución de una comisión de investigación sobre el "enriquecimiento ilícito de Juan Carlos I". Las cintas de Corinna -la amiga del rey emérito-, publicadas por EL ESPAÑOL, sirvieron de justificación a los de Pablo Iglesias para sacar toda su artillería dialéctica contra la Monarquía a este respecto.
El pasado 4 de septiembre, los tres partidos frenaron la iniciativa aduciendo la "inviolabilidad del Rey", según la Constitución Española. Pero en esta ocasión, y como dijo, Ione Belarra, "el escándalo es que se han quedado sin argumentos, porque hemos pedido que se investiguen sus posibles delitos sólo desde la abdicación". La portavoz parlamentaria de los de Iglesias ha vuelto a diferenciar a socialistas de populares y naranjas: "Que PP y Ciudadanos protejan la corrupción es habitual, pero no entendemos la postura del PSOE".
El Parlament por la "abolición de la Monarquía"
Fue la marca de Podemos en Cataluña la que impulsó la moción en el Parlament autonómico del pasado 11 de octubre, un día antes de la Fiesta Nacional. La Cámara aprobó, con los votos de los separatistas (JxCat y ERC) y los de Catalunya en Comú-Podem (69 votos en total), una propuesta de resolución en la que se pedía la abolición de la Monarquía y la reprobación del Rey por "justificar" en su discurso institucional la supuesta violencia ejercida contra los votantes del referéndum ilegal del 1-O.
Ésta ha sido la única iniciativa contra la Corona de Podemos y sus confluencias que ha recibido respuesta del Gobierno. El pasado viernes, el Ejecutivo presentó un recurso ante el Tribunal Constitucional. "Es inadmisible la resolución del Parlament", dijo Sánchez, pero nunca pidió explicaciones al partido que la propuso, el de Iglesias.
Apoyo a los líderes de ERC y PDeCAT
Pedro Sánchez alcanzó la Moncloa con una mayoría absoluta formada a la contra de Rajoy. Así, aceptó los votos no sólo de Podemos, sino de partidos separatistas, nacionalistas e incluso los de los herederos de ETA. Pero ahora hace lo imposible por no contrariarlos, a pesar de que sea Iglesias el que visita a Oriol Junqueras en la cárcel de Lledoners y llama por teléfono al fugado Carles Puigdemont.
Ambos son los líderes de la rebelión golpista de octubre del año pasado. Pero éstos que "no deben estar en la cárcel ni en el exilio", según Iglesias, también son quienes salieron a las calles a protestar contra Felipe VI gritando "éste ya no es nuestro Rey" tras su discurso del 3 de octubre de 2017.