En la sesión de control al Gobierno de este miércoles, Pedro Sánchez dejó un mensaje sutil a las fuerzas independentistas catalanas con su crítica al PP por cambiar su postura respecto al delito de rebelión. El presidente del Gobierno, en su réplica a Pablo Casado y a Aitor Esteban, suscribió los reproches de "frivolizar el lenguaje" y catalogar el procés como "golpe de Estado" que el portavoz del PNV había hecho previamente a los populares y a Ciudadanos.
Desde la tribuna, el socialista recordó que "en 1994" Federico Trillo, quien sería posteriormente ministro de Defensa con José María Anzar, "hizo una propuesta de moficación en la que decía que el delito de rebelión, que es inherente a un supuesto golpe de Estado, se tiene que dar por militares o por civiles armados a las órdenes de militares".
Han pasado 24 años de esas declaraciones y el panorama político en España es otro. Sin embargo, el PP no es el único que ha modificado su postura en estas décadas respecto a los delitos de sedicción y rebelión que ahora se le imputan a líderes como Oriol Junqueras o Carles Puigdemont. En mayo de 2018, en una entrevista a Los Desayunos de TVE, Pedro Sánchez anunció que el PSOE propondría "reformar el Código Penal" en el Congreso para "adecuar" estas infracciones al "siglo XXI".
"Es evidente que el delito de rebelión, tal y como está tipificado en el año 1995 no corresponde al tipo de rebelión que se ha sufrido estos meses", aseguraba el, por entonces, líder de la oposición. "Antes uno se imaginaba un golpe militar", ahora son algunos "responsables de las instituciones públicas" los que se están aprovechando de su "posición para subvertir el orden constitucional", añadía en su intervención en el matinal.
Semanas antes a la moción de censura, Pedro Sánchez aseguraba que si el Gobierno de Mariano Rajoy planteaba esa actualización del Código Penal, su grupo parlamentario la apoyaría. Si no, sería el PSOE el que la llevaría al Congreso porque hay "que defender el bien jurídico que es la Constitución".