El consejero de Acción Exterior de la Generalitat de Cataluña, Ernest Maragall, se llevó un buen rapapolvo a su paso por la BBC el pasado 18 de octubre, concretamente en el mítico y bien llamado programa 'HARDtalk', que presenta Stephen Sackur, documentado y con reflejos ante el dirigente de ERC, el emisario de Quim Torra para 'vender' las proclamas del Govern fuera de España y contra España.
Un vídeo de 5 minutos de Dolça Catalunya repasa la humillación a la que fue sometido Maragall, víctima de las propias contradicciones y despropósitos del ejecutivo del que forma parte, con un discurso que se cae al más mínimo contraste y que el conseller no sabe sostener, titubeante y desbordado ante un inspirado Sackur.
Desde el primer momento se ve al periodista no creer una sola de las palabras de su interlocutor, al que le recuerda que "su movimiento ha perdido fuerza"; que aboga por saltarse la ley; que su líder, Torra, alentó a los CDR llamándoles a continuar con la "presión" o que ciudadanos y empresas no quieren esta incertidumbre porque ya afecta seriamente a sus bolsillos.
Amilanado pero tratando de colar su mensaje, Maragall habla de una Europa fragmentada, en la que Cataluña sea sólo la punta de lanza de otras independencias. Es entonces cuando Sackur afila aún más sus preguntas y sus afirmaciones y le dice que "Europa no le cree", que "quién es" él para hacer tales vaticinios, que no tiene "ni idea" y que, directamente, todo lo que habla "es una fantasía".
Sin el 50% de apoyo...
En la entrevista, Maragall defendió que el secesionismo "no tendrá ningún derecho a pedir apoyo internacional" hasta que no alcance "al menos el 50%" del voto en un proceso electoral. Con esto, reprodujo un mensaje que ya se ha escuchado a otros dirigentes de ERC -como Joan Tardà, portavoz en el Congreso- y que ataca a una de las principales consignas de los separatistas, pero esta vez en la cadena de mayor prestigio a escala europea.
Sin ir más lejos, horas antes, Torra llamaba desde Ginebra a la "mediación internacional" para que el ejecutivo de Sánchez acabara concediendo un referéndum.
Maragall admitió ante Sackur que el separatismo tiene una tarea fundamental pendiente que no es otra que "ensanchar la base". A su juicio, "hay tiempo" y "un gobierno estable y creíble -refiriéndose al de Torra-" para lograrlo.