Las 4 razones por las que Rivera permite ahora que se tramiten los Presupuestos de Sánchez

La decisión de Ciudadanos de permitir que el Congreso aborde la reforma de la Ley de Estabilidad Presupuestaria ha causado una gran polvareda. Desde que el PSOE planteó formalmente esta reforma el pasado 19 de septiembre, Cs había hecho causa común con el PP para congelarla en la Mesa del Congreso, el órgano que regula la tramitación de leyes en la Cámara.

¿Por qué ahora Cs cambia de estrategia? ¿Se ha convertido Rivera en un aliado de Sánchez, como denuncian desde el PP? ¿Por qué Ciudadanos ha movido esa ficha aun a sabiendas de que al hacerlo podría convertirse en centro de las críticas? Desgranamos las cuatro razones que han llevado a Cs a dar este paso.

1. Un "partido de propuestas"

En Cs interpretan que mantener indefinidamente bloqueada una iniciativa en la Mesa del Congreso sería un ejercicio de filibusterismo parlamentario que les impediría, además, explicar con luz y taquígrafos su propia "enmienda a la totalidad" a los Presupuestos de Sánchez.

Rivera y su equipo, que se afanan día tras día en desmarcarse de los viejos partidos, han colegido que para convencer a la opinión pública de que hacen una labor constructiva y de que son “el partido de las propuestas”, no pueden dar una imagen obstruccionista.

El líder de Cs lo sintetizaba así esta martes en un desayuno informativo: “Yo no he venido a buscar las diferencias con los demás, sino los acuerdos”. Y añadía que su objetivo es que se identifique a su partido con “un trabajo en positivo”.

2. Diferenciarse del PP

Las fuentes consultadas por EL ESPAÑOL aseguran que permitir la tramitación de la Ley de Estabilidad Presupuestaria les distancia del PP de Casado, algo que, apuntan, les conviene electoralmente. La reacción de los populares, acusando a Rivera de convertirse en el salvador de los Presupuestos de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, les confirma -dicen- que han acertado.

En Cs insisten en que su decisión de desistir del bloqueo no proporciona ninguna ventaja al Gobierno, que en el fondo se trata de una mera cuestión técnica, "de puro plazo", y aseguran que han empleado las últimas tres semanas en trabajar en su enmienda a la totalidad.

3. Coherencia con el programa

La alianza con el PP en la Mesa de las Cortes ponía en cuestión la coherencia de Ciudadanos. Bloquear sine die la tramitación legislativa suponía, en la práctica, hacer valer la facultad de veto con la que actualmente cuenta el Senado.

Eso no encaja con el programa de Rivera, que ha venido defendiendo el cierre  o la reforma urgente de la Cámara Alta. Además, la ejecución de ese veto hubiera robustecido al PP, que cuenta con mayoría absoluta en el Senado.

4. Un espacio propio en el Congreso

Rivera considera que ha llegado el momento de enterrar las etiquetas "derecha-izquierda". Prefiere el dilema conservadores-progresistas, lo que le permite no renunciar a acuerdos ni con PP ni con PSOE. Por ello se arroga el centro continuamente. 

Esa posición le obliga a sacar músculo y a hacer valer su protagonismo en el Parlamento. Debe mostrar a la opinión pública que su papel es clave y que produce  efectos inmediatos. La decisión sobre la Ley de Estabilidad Presupuestaria le permitirá criticar en la tribuna el inmovilismo del PP y el pacto del PSOE con Podemos y los separatistas.