El presidente de la Generalitat de Cataluña, Quim Torra, ha acudido a la prisión de Lledoners (Barcelona) este viernes por la tarde, pocas horas después de conocerse las peticiones de condena de la Abogacía y la Fiscalía del Estado para los líderes independentistas en prisión preventiva. El motivo no es otro que reunirse con ellos, algo que puede hacer en calidad de autoridad.
Torra ha llegado poco después de las 17:00 horas al centro penitenciario en coche oficial. Su opinión sobre los últimos acontecimientos ya ha quedado clara en una rueda de prensa ofrecida junto al presidente del Parlament, Roger Torrent, en la que ha acusado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de ser un "cómplice de la represión" y de haber perdido una "oportunidad de oro" para sacar el 1-O de los tribunales.
Un año y una semana después de que el Parlament proclamara la independencia de Cataluña, la Fiscalía ha pedido que se condene a una pena de 25 años de cárcel a Oriol Junqueras, exvicepresidente del Gobierno catalán y exconsejero de Economía, al que atribuye un delito de rebelión agravada por el uso ilegal de fondos públicos. La Abogacía, dependiente del Gobierno, pide 12.
El Ejecutivo, artificio mediante, ha desechado el criterio de los expertos de la Abogacía, partidarios de acusar por rebelión, y ha impuesto a su brazo legal una acusación por sedición que rebaja el carácter violento de los hechos ocurridos ante la Consejería de Economía durante los registros judiciales del 20 de septiembre y durante el propio referéndum. El Ministerio Público considera que los hechos fueron "violentos" y no meras "movilizaciones".