Albert Rivera y Paco Vázquez tienen una idea en común: en las próximas elecciones generales, los ciudadanos "elegirán entre separatismo y constitucionalismo". El candidato liberal y el histórico socialista compartieron escenario en La Coruña. Uno y otro obviaron sus diferencias ideológicas y generacionales para "defender la unidad" y criticar que Sánchez "sacrifique sus valores para permanecer en la Moncloa".
El propio Vázquez, en conversación con este diario, descarta figurar en las listas naranjas. Se dice al margen de la política activa, pero la tarde de este martes reconoció "haber aceptado con mucho gusto" la invitación de Ciudadanos. Y fue más allá: "A muchos compañeros del PSOE les encantaría estar con Rivera".
Cuando el exalcalde de la ciudad herculina dice "no podemos quedarnos callados" se refiere a esa nutrida militancia socialista que no comparte el proyecto de Pedro Sánchez porque "pacta con aquellos que quieren romper España". Con su testimonio, ya brindado en una convocatoria de los naranjas, Vázquez se une a Manuel Valls, Joan Mesquida o Celestino Corbacho, que han celebrado en distintas ocasiones la estrategia diseñada por Albert Rivera.
"Si gritar 'viva España' es crispar, por supuesto que soy un crispador". Con estas palabras, el también exembajador ante la Santa Sede puso en pie al auditorio y enarboló un mensaje que, a su juicio, no se atreve a explicitar el actual PSOE debido a sus "alianzas con los separatistas".
Vázquez, como Rivera, considera al nacionalismo y el populismo "serias amenazas" para el futuro del país. Con el cuarenta aniversario de la Constitución a la vuelta de la esquina, ambos quisieron homenajear la Carta Magna. Sobre las tablas, acordaron esta definición: "Fue un gran cúmulo de renuncias loables".
El mitin de Alsasua también tuvo su espacio. El candidato de Ciudadanos, con la mirada puesta en Vázquez, reiteró que si algo así ocurriera al PSOE sería el primero en "salir a condenar la violencia". Vázquez, como era previsible, también criticó los mensajes emitidos por distintos dirigentes socialistas.
Según Rivera -y Vázquez asintió-, "los demócratas deben poder ir a cualquier parte de España a defender la Constitución". Se trata de "no ceder" porque si eso ocurre, dice el de centro, "acabaremos teniendo que pedir perdón por ser españoles". Albert Rivera citó a Mitterrand: "El nacionalismo es la guerra". "Si esto lo dice un francés no pasa nada, pero lo dice un español y tiene problemas".
Paco Vázquez y Albert Rivera se conocieron en 2005, cuando el primero acompañó al Papa Benedicto XVI a Barcelona, en una visita a la Sagrada Familia. Por allí estaba un joven "Albert", al que el exalcalde de La Coruña agradeció su política frente al nacionalismo. También estrechó su mano por "llenar el vacío constitucionalista" que dejaba el PSOE de entonces en Cataluña y que "deja ahora en toda España".
Trece años después, Vázquez reconoce a EL ESPAÑOL que no podrá votar al PSOE mientras Sánchez esté al frente. "El voto es secreto", pero define a Ciudadanos como el partido que "más y mejor apoya al constitucionalismo", una de las circunstancias que más tiene en cuenta a la hora de depositar la papeleta en la urna.
Paco Vázquez y Albert Rivera concluyeron su conversación con un llamamiento al futuro: "No importa si el próximo Gobierno es de derechas o de izquierdas, sino si se pone del lado de la Constitución".
La próxima concentración programada por Ciudadanos será en Madrid el próximo 24 de noviembre. El objeto: clamar contra los indultos que, según los naranjas, el Gobierno podría brindar a algunos de los presos separatistas. Este aspecto también fue abordado por los dos ponentes en La Coruña. Rivera reta a Pedro Sánchez a convocar elecciones y colocar el indulto en su programa.