El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha aprovechado este sábado el Día de la Memoria para hacer una lectura crítica de la actitud que mantuvo la sociedad vasca hacia las víctimas del terrorismo en las décadas de los años 70 y 80 y ha reconocido que la respuesta de la sociedad y las instituciones no "estuvo a la altura".
Urkullu ha trasladado este mensaje en el discurso que ha pronunciado en el Palacio Miramar de San Sebastián, donde ha tenido lugar el acto central organizado por el Gobierno Vasco con motivo del Día de la Memoria que se ha conmemorado en Euskadi con varios actos institucionales y sin unidad política. En Irún, el PP se desmarcaba una vez más de los actos oficiales y organizaba su propio acto presidido por el dirigente popular Alfonso Alonso, quien ha acusado al lehendakari de "falsear la memoria".
Durante el acto en San Sebastián, Urukullo ha afirmado que "todas las víctimas merecen un reconocimiento y una reparación" y ha destacado "tres criterios éticos" para unir a la sociedad y reconocer a todos ellas: "no diluir, no legitimar y no excluir".
Urkullu también ha hecho un análisis crítico del papel jugado por la sociedad vasca y para ello ha destacado algunos extractos del documento elaborado por Gogora, titulado La sociedad vasca: luces y sombras.
Entre las "sombras", el mandatario ha destacado el "abandono sufrido por las víctimas, especialmente en las décadas de los 70 y 80". También ha recordado que en la década de los 80, el GAL provocó 29 asesinatos y que las "víctimas sufrieron discriminación y negación oficial de su existencia y realidad".
En cuanto a las "luces", ha destacado el aumento de la respuesta social a finales de los 80 y 90 hasta lograr una "sociedad progresivamente implicada y organizada en contra del terrorismo y la violencia, a favor de las víctimas, en defensa de los derechos humanos, del diálogo y la convivencia".
Las víctimas del terrorismo también han tenido voz en este acto, en el que Ainara Zamarreño ha reconocido que el asesinato de su padre a manos de ETA supuso la "ruptura" de su familia y ha deseado que lo sucedido aquí "jamás se repita". También la hija de Juan Carlos García Goena, Maider, ha asegurado que todos estos años de violencia no han servido para "nada" y ha dicho que falta un reconocimiento público para las víctimas de los GAL.
"Falsear la memoria"
El Partido Popular ha querido desmarcarse una vez de los actos oficiales en el Día de la Memoria. Mientras tenía lugar el acto oficial del Gobierno y el Parlamento del País Vasco en San Sebastián, el PP reunía de forma paralela a sus dirigentes en Irún (Gipuzkua) para honrar a las víctimas del terrorismo.
En este acto, el presidente del PP vasco, Alfonso Alonso, ha acusado al lehendakari de intentar "falsear la memoria" de las víctimas. A su juicio, Urkullu estaría actuando de forma "injusta e inmoral" y poniendo en riesgo "el futuro de la sociedad vasca y la garantía de no repetición".
En ese sentido, Alonso ha criticado que se tenga la intención de construir una memoria que "en vez de legitimar el compromiso, la dignidad y la profunda inocencia" de las víctimas, "presente a las nuevas generaciones como una suerte de libertador del pueblo vasco que quiera justificar la acción del asesino porque quiere justificar y recuperar el proyecto político por el que empuñaron las armas".
En su intervención, el dirigente popular, también ha recordado al edil del PP José Luis Caso y las 23 personas asesinadas en Irún, y ha abogado por una memoria "reivindicativa, justa y veraz". En ese sentido, ha afirmado que "cuando una persona ha sido arrebatada a través de la violencia que ejerce el terror, por una violencia que tiene un objetivo y una búsqueda política, no es una memoria igual".