Pablo Iglesias ha dibujado una España apocalítica y "en una situación histórica de inestabilidad e incertidumbre" para justificar su cambio de estrategia. Aunque ha atribuido el "cambio de escenario" a la poca disposición del Gobierno de Pedro Sánchez para presentar los Presupuestos Generales del Estado (PGE) en el Congreso para aprobarlos.
En la apertura este viernes del Consejo Ciudadano Estatal (CCE) convocado de urgencia el pasado lunes, Iglesias ha ejercido de oposición describiendo todos y cada uno de los motivos que a Pablo Casado y a Albert Rivera han servido para exigir "elecciones ya". Él se ha limitado a dar por hecho que "en esta situación, lo realista es que haya adelanto electoral".
El panorama ha cambiado de una semana para otra. Hasta hace siete días, Podemos sólo se quejaba de que ellos "parecían hacer más" que Sánchez por aprobar los Presupuestos. Ahora, dan por hecho que éstos no van a ser llevados al Congreso y que el presidente está esperando el momento propicio para anunciar las urnas. Hace una semana se ascendía a Pablo Echenique a secretario de Acción de Gobierno "por el éxito de su trabajo y para emular el modelo de la negociación presupuestaria en las próximas que vengan". Ahora se da por descontado que no hay nada más que negociar.
"Que esto haya saltado por los aires deja al Gobierno en una situación incómoda", ha insistido Iglesias. "Sin Presupuestos, con la mesa controlada por el PP y Ciudadanos, con un poder judicial todavía en manos de Lesmes -que es impresentable tras su espectáculo con lo de las hipotecas-... todo esto pinta un escenario de enorme incertidumbre en nuestro país".
Y es que el líder de Podemos ha aprovechado para recordar su eterno reproche a Sánchez: que no los incluyera en el Gobierno en su momento. "Con sólo 84 diputados es muy difícil que la Comisión Europea crea en la firmeza del Ejecutivo". Y ha reivindicado "la propuesta de Ada Colau sobre un pacto a tres bandas" que sacara adelante los Presupuestos de la ciudad de Barcelona con el apoyo del PSC, los de la Generalitat con el de Podem, y los del Estado con el de los separatistas.
"No se puede gobernar por decreto, no, no", ha dicho Iglesias, dejándole claro al presidente que no lo apoyarán. "Sólo medidas puntuales y urgentes", que bien podría ser, por ejemplo, la subida del Salario Mínimo a 900 euros, tradicionalmente aprobado por decreto en el último consejo de ministros del año.
"La derecha facha"
"Ese pacto que propuso Colau era lo mejor para las partes y para los ciudadanos". Porque a la descripción de la ruptura del pacto de Presupuesto, "que no le gustó a las élites económicas de nuestro país", ha añadido Iglesias que "la derecha se ha echado al monte, con una competición alocada de ver quién dice la burrada más facha". Así que la clave es que "si pudimos echar a la derecha corrupta del Gobierno", se salvaguarde la mayoría que lo permitió en la moción de censura.
"Si no, las élites económicas y sus aliados mediáticos van a trabajar contra nosotros, para que no estemos en los gobiernos municipales, autonómicos o estatal", ha advertido en modo víctimista el líder del partido morado, "y para que el PSOE prefiera pactar con Ciudadanos que con nosotros".
Para Iglesias "lo que está en juego es más importante aún que unas cuentas públicas que mejorarían las condiciones de vida de la gente". Porque lo que él considera es que "con las en el monte, sin renovar el Consejo General del Poder Judicial, con la Comisión Europea y el FMI en modo neoliberal autoritario, con la mesa del Congreso en manos de PP y Cs y sin diálogo con los independentistas", cree el secretario general morado que "lo que nos jugamos es una dirección de Estado".
En su discurso inaugural del CCE, Iglesias ha dado por hecho que sólo "las fuerzas progresistas y los que hicimos posible la moción de censura podemos asumir ese compromiso histórico como fuerzas democráticas" y que bajo los ejes del "blindaje de los derechos sociales" y del "diálogo político como única solución a los conflictos territoriales" se podrá avanzar hacia esa nueva España que Podemos quiere construir.
Finalmente, ha extendido su receta para que se pueda aplicar "la que aún es nuestra primera opción", es decir, que no haya generales -las encuestas no favorecen a los morados, estancados en el 15% o 16% del apoyo- y que se puedan aprobar los PGE: "Con jueces independientes y progresistas", ha dicho, en el CGPJ; con "entendimiento y cediendo todos por salvar la mayoría que echó al PP", ha añadido, en lo político; y "trabajando por la cordura hasta el final para que salgan los Presupuestos" en lo tocante a las medidas sociales, se podría evitar el escenario electoral. "Pero somos realistas y es lo que hay", ha concluido.