Que la andaluza es una campaña nacional es evidente... casi siempre lo es, dada la importancia de la comunidad autónoma. Pero más en este momento en el que la inestabilidad de Pedro Sánchez en la Moncloa ha hecho que los otros tres grandes partidos utilicen la plataforma mediática de los comicios de Andalucía como ensayo de sus confrontaciones mayores. Y Pablo Casado ha elegido este sábado "siguiente al black friday del presidente" el tema de la inmigración.
en Granada, y junto al candidato popular, Juanma Moreno, elpresidente nacional del PP ha levantado la voz por una inmigración "ordenada y legal", y ha recalcado dos mensajes principales: que no puede haber puertas abiertas y que quien llega a España debe respetar las costumbres de nuestro país. Casado ha recordado su idea de que el espacio en España "no es ilimitado" y ha advertido a los inmigrantes de que o respetan "las costumbres occidentales o se han equivocado de país".
"Aquí no hay ablación de clítoris, aquí no se matan los carneros en casa y aquí no hay problema de seguridad ciudadana", ha dicho Casado en el mitin central del PP en Granada en el que ha vuelto a coincidir con el candidato a la Junta, Juanma Moreno.
En esta comunidad a la que llegan cada día cientos de inmigrantes, un millar ayer al mar de Alborán según ha recalcado, Casado ha insistido en que "no hay sitio para todos los que quieran venir a España".
Además ha insistido en que se confunden de país aquellos inmigrantes que quieran "disfrutar de las ayudas sociales sin respetar" las costumbres españolas, la ley o la Constitución.
El líder de los populares ha asegurado que España es un país "solidario" y por eso ha abogado por la cooperación "real" con los países de origen para que progresen.
Tras considerar que la política de inmigración funcionó con el PP en el Gobierno y fue ordenada, Casado ha señalado que "defender las fronteras es defender también los derechos humanos" porque hay que impedir que las mafias sigan explotando a esa "pobre gente".