Garzón pide una "república federal de España" contra "hidra de tres cabezas de PP, Cs y Vox"
- El líder de IU admite que la unión con Podemos en Andalucía "no ha sabido ilusionar a los desencantados con el PSOE de derechas de Susana Díaz".
- Llama a movilizaciones sociales de feministas, ecologistas y "sindicatos de clase" para frenar "al fascismo" que han "alentado PP y Cs con propuestas reaccionarias".
- "Alerta antifascista", la excusa de Iglesias para no explicar su caída en Andalucía.
En la noche del domingo, Alberto Garzón apareció junto a Pablo Iglesias para valorar el descalabro de Adelante Andalucía. Este lunes, pasadas las horas, la dirección de Izquierda Unida se ha reunido por la mañana y ha llegado a una conclusión: si en el corto plazo el vuelco histórico que ha dado la mayoría absoluta a la derecha en la región más grande de España debe atrasar cualquier posibilidad de adelanto de las generales, en el largo plazo la solución a esta "ola reaccionaria" está en "la República Federal de España".
Garzón ha comparecido junto a Sira Rego, portavoz de la dirección federal de IU, para dar la voz de alarma ante "el riesgo que corre la democracia misma" por la caída de votos de las izquierdas en Andalucía. Sin decirlo explícitamente, el coordinador de la formación se ha arrepentido de haber centrado la campaña en desgranar el programa electoral que encabezaba Teresa Rodríguez, "porque las derechas inocularon el veneno de hablar de territorialidad, nacionalismos y Cataluña", y a eso ha atribuido la enorme abstención.
¿Las causas de su mal? "No hemos sabido movilizar a los barrios obreros, donde siempre hemos sido fuertes", ha dicho, "y no henos sabido recoger el desencanto con el PSOE de Susana Díaz, que hizo políticas de derechas". Ya, pero ¿por qué no lo han sabido movilizar? A esa pregunta no ha sabido responder Garzón, la ha rehuido animando de nuevo al "no pasarán".
"La noche oscura"
Estaremos enfrente, nada está perdido, hay esperanza y cosas así han sido las frases de autoayuda que ha repetido el líder de IU. Garzón no ha ahorrado en epítetos monstruosos para Pablo Casado, Albert Rivera y Santiago Abascal: "Esa hidra de tres cabezas nos acerca a la noche oscura, a la niebla en el horizonte, al fin de los derechos sociales", ha diagnosticado.
Y como solución ha propuesto ahondar en la actual estrategia. Todo a pesar de que ya se vio que entre el 20 de diciembre de 2015 y el 26 de junio de 2016, sumando fuerzas con Podemos se perdieron un millón de votos por el camino -y sólo la ley electoral salvó a la coalición de perder escaños- y lo mismo ha ocurrido comparando las dos últimas elecciones andaluzas. Podemos e IU por separado tuvieron 300.000 votos más hace tres años y medio, recogieron el apoyo de 5,5 puntos porcentuales más de andaluces y cosecharon tres escaños más. Juntos caen.
Aun así, la idea que han desarrollado Garzón y Rego ha sido la de que "sin alianzas sería peor" y han llamado a los movimientos feministas, a los ecologistas y a los "sindicatos de clase" a sumarse a una "gran alianza democrática" para frenar al PP, a Ciudadanos y a Vox.
"Si cruzas la frontera, ni la derecha más conservadora en Francia se aviene a pactar con Le Pen", ha señalado el líder de IU, "sin embargo, anoche Moreno Bonilla y Marín se felicitaban por contar con el apoyo de los representantes de la extrema derecha explícita" para formar Gobierno. ¿Y eso hace al PP y a Cs antidemocráticos? "Eso es lo que dicen los hechos", ha respondido Garzón.
El socio de Pablo Iglesias -y ambos en la noche del domingo explicitaron lo sólido de esa alianza hablando ante un atril con el logo de su coalición para las generales de 2016, Unidos Podemos- ha rechazado que la izquierda haya pagado en Andalucía su alianza con los independentistas en el Congreso que cristalizó en la moción de censura y se mostró más viva que nunca en las negociaciones de los Presupuestos.
De hecho, Garzón sí tiene claro que en el golpe independentista radica una de las razones por las que ha emergido la alternativa de Vox a la derecha del PP. La dirección federal de IU cree que "la triada de PP, Cs y Vox" es la traducción política de "la respuesta ultranacionalista ante el 1-O", el referéndum ilegal de independencia en Cataluña, "del 'a por ellos ' policial" que ha abierto un espacio al "autoritarismo".
Así, en esto también ha propuesto Garzón profundizar en la misma estrategia que los ha llevado hasta aquí: "Pedimos altura de miras a los independentistas para que venzan sus reticencias y apoyen los Presupuestos", ha dicho, "porque debemos favorecer a la gente y agotar la legislatura". ¿Para evitar un descalabro inmediato? "Para parar al fascismo", ha concluido.
Para el líder de izquierdas "el discurso reaccionario de Pablo Casado en inmigración o derechos civiles" ha normalizado "las burradas de Vox" -no ha citado por su nombre en ningún momento a Abascal-. Al final, la rueda de prensa del partido más a la izquierda del arco parlamentario español ha versado esencialmente sobre el partido de más a la derecha.
"No hemos sabido ilusionar", ha reconocido "con humildad" el líder de IU, "pero hay tiempo de aquí a las municipales para volver a conectar con el electorado que se ha quedado en casa". Ésa ha sido su única concesión concreta a la autocrítica. Porque para IU, "España sigue siendo de izquierdas, y Andalucía también", a pesar del resultado de este 2-D. Y eso será el germen "que cristalizará programáticamente en una república social" que ampare a los colectivos sociales que se propone movilizar. Frente a la derecha, cambio de régimen.