El acto que la candidatura de Manuel Valls había programado hoy a las 12:00 para la prensa estaba destinado a pasar inadvertido como un preludio de la futura campaña electoral municipal y ha acabado apareciendo en todas las televisiones del país. Porque el candidato a la alcaldía de Barcelona ha llegado este mediodía a la plaza Salvador Seguí de Barcelona, donde se disponía a leer desde un atril la primera de sus cartas dirigidas a la ciudadanía de Barcelona, arrastrando como un cometa una cola de dos docenas de independentistas y antisistema armados con silbatos y una pancarta que rezaba "Putas Libertarias del Raval".
Esas dos docenas de supuestos vecinos, a los que se ha sumado luego algún jubilado que sesteaba en los bancos de la plaza, le han chillado a Valls "puto gabacho", "fuera fascistas del Raval", "libertad presos políticos" y "vuélvete a tu país". Otros tantos vecinos aplaudían, mientras tanto, sus palabras.
Valls había convocado a los periodistas en el centro del Raval, probablemente y a día de hoy el barrio más degradado de la ciudad, para leer la primera de las cartas que dirigirá a los vecinos de Barcelona a razón de una al mes. La primera se titula Por una ciudad segura y en ella Valls promete acabar con la inseguridad y el incivismo provocado por las políticas de la alcaldesa Ada Colau. "Cuando sea alcalde, daré órdenes a la Guardia Urbana para que acabe con el top manta" ha dicho el candidato de Ciudadanos tras recordar que "los okupas gozan de privilegios que no tienen los ciudadanos que respetan las normas".
"En la ciudad se habrán cometido 200.000 delitos antes de acabar el año" ha dicho Valls y uno de los manifestantes le ha gritado "por tu culpa". Ninguno de los allí presentes ha logrado entender a qué se refería. Luego, una mujer le ha vaticinado que nunca será alcalde, a lo que Valls ha contestado "eso lo decidirán los ciudadanos barceloneses, no usted". El candidato de Cs no ha hecho mayor caso de los habituales gritos xenófobos del independentismo, aunque ha puesto sobre aviso a los periodistas: "A partir de ahora, esto siempre será así".
La lectura de la carta apenas le ha llevado cinco minutos a Valls. Cuando ha acabado su lectura, el candidato ha respondido a un par de preguntas espontáneas, aunque no ha dado su opinión sobre los posibles pactos en Andalucía cuando ha sido preguntado por ellos. "Cs es una fuerza europeísta" se ha limitado a señalar, antes de volver al tema que le ha traído hasta el Raval: la inseguridad ciudadana.
Acabado el acto, Valls se ha despedido de los que le increpaban lanzándoles no menos de media docena de besos, gesto que no ha sido recibido amablemente por los destinatarios. Luego, las dos docenas de manifestantes, que también tenían algún que otro grito reservado para la prensa –"sois cómplices de Valls"–, han seguido al candidato en su camino hacia la Rambla. Probablemente desconocían que con la protesta de hoy le han dado a Valls la mejor publicidad posible: la que deriva de ser el candidato más acosado por independentistas, radicales y putas libertarias.