El recién constituido Consell per la República ya ha fijado su primer objetivo: promover una iniciativa ciudadana a nivel europeo para activar el artículo 7 del Tratado de la Unión (TUE). Éste prevé que los estados que no cumplan con los principios, valores y requisitos básicos de la Unión Europea queden suspendidos de sus derechos. "Y hoy España no cumple", ha advertido Toni Comín durante el acto de presentación de la plataforma.
Se trata del mismo artículo que en su día el Parlamento Europeo reclamó al Consejo Europeo poner en marcha contra Polonia y Hungría. En el primero, por críticas a la independencia de su poder judicial y a la censura instalada en los medios de comunicación y, en el segundo, por las políticas antimigratorias del gobierno húngaro, tildadas de xenófobas.
El separatismo da así un paso más en su objetivo de perjudicar la imagen internacional de España y ganar adeptos a su causa, haciendo ver a la Unión Europea las injusticias que, en su opinión, sufre el movimiento independentista en Cataluña.
Consell per la República
El llamado Consell de la República se presentaba este sábado en Bruselas como uno más de los actos propagandísticos del independentismo catalán para seguir haciendo ruido internacionalmente y como desafío a las estructuras institucionales españolas. Así, en presencia de Carles Puigdemont y de Quim Torra, la ex consejera -también huida- Clara Ponsatí ha dado inicio a los parlamentos afirmando que la constitución de esta especie de Gobierno paralelo inventado para darle un cometido al expresident fugado, "acaba con la autonomía" de Cataluña.
Los organizadores han retrasado el inicio del acto, anunciado para las 10.30 horas, por un problema con el vuelo chárter de algunos de los asistentes anunciados. Además, se preveía celebrar dos sesiones de presentación del citado 'consell', pues la afluencia al KVS -Teatro de la Villa de Bruselas-, un auditorio flamenco dentro de la capital belga, de mayoría francófona, era mayor de la esperada.
El huido expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha tomado la palabra para recordar que los días 1 de octubre, 27 de octubre y 21 de diciembre "decidimos que queremos vivir en un estado independiente en forma de 'república' que se gobierne de forma más libre y más justa que España nunca ha sabido hacer en forma de monarquía".
Puigdemont ha dicho que "la prueba de que esta aspiración legítima que tienen todos los pueblos del mundo no tiene cabida en la monarquía española es la brutal represión del 1-O, la despiadada persecución de nuestros líderes políticos y sociales y la libertad vigilada a que someten nuestra sociedad en general. La represión no tiene fronteras, cuando se reprime el derecho de la libertad de expresión no se hace sólo por los que piensan de una determinada manera, se hace para todos".
"El 'consell' hará lo que nuestras instituciones no pueden"
"En todo este tiempo a pesar del miedo y la represión hemos tenido una doble victoria", ha dicho. La primera es el referéndum del 1-O: "Votamos y ganamos". Y la segunda es que hemos perdido el miedo de la represión".
A continuación, el expresident ha presentado lo que, a su entender, es la tercera victoria del separatismo: "Hacernos más libres de su represión". Puigdemont ha pedido que le quede claro a todo el mundo que: "El 'consell per la república' es libre. Sólo depende de aquellos que quieren ser parte y que puede hacer lo que nuestras instituciones no pueden hacer". Según ha dicho, "el consell es el mejor instrumento para enseñar al mundo que queremos ser República, pero también una nueva manera de gestionar".
Antes de su intervención, Clara Ponsatí había intervenido entre grandes aplausos diciendo que "en la historia de los países hay días constituyentes", y que "en Cataluña, el 1 de octubre lo fue". Según la ex consejera, "la proclamación de independencia continúa en vigor y la constitución de la primera institución republicana es un paso evidente".
La ex consejera de Educación ha dicho que "Cataluña debe seguir luchando ahora para establecer efectivamente la república y que sea reconocida internacionalmente". Para conseguir esto ha destacado la importancia de este 'consejo'. "Hoy le decimos al mundo que los catalanes nos empezamos a organizar al margen de la legalidad española", ha cerrado.
Antes de que salieran al escenario Lluís Llach y el rapero Valtònyc, la actriz Silvia Bel ha leído una carta de Carme Forcadell, la ex presidenta del Parlament hoy en prisión, y del exvicepresident Oriol Junqueras, también encarcelado a la espera del juicio por rebelión, sedición y malversación de fondos públicos en el Tribunal Supremo. "Estoy en prisión por no haber censurado un debate que la sociedad reclamaba", ha escrito Forcadell.
El "registro voluntario" de 'buenos catalanes'
Otro exconsejero, Toni Comín, ha anunciado que reclamarán "la monitorización de las instituciones europeas al juicio del 1-O" y ha asegurado, uniéndose a la ola política más española de los últimos días, que "la independencia de Cataluña es la auténtica derrota y el auténtico fracaso de la extrema derecha española.
Según Comín, "la independencia será su tumba. Y cuando seamos independientes ayudaremos los hermanos de España a democratizar su estado. Seremos generosos en la victoria". El 'consell' funcionará a partir de un "registro voluntario" de ciudadanos, según ha anunciado Comín, asumiendo esto como la manera en que "se hace política en pleno siglo XXI".
Según lo anunciado, esta lista de buenos catalanes se irá completando y, cuando se cumpla un plazo mínimo de un año desde el arranque del consejo o tenga un millón de inscritos se harán las elecciones de la asamblea de representantes. "Hasta entonces, estará gobernado por el consejo fundacional, presidido por Carles Puigdemont".
División del independentismo
El ex consejero de Salud, fugado de la Justicia española en Bruselas, ha arrancado ovaciones al decir que "el 'consell' no es retórica". Sin embargo, minutos antes del inicio del acto, los antisistema de la CUP habían emitido un comunicado rechazando el acto por puramente "simbólico".
La CUP ha anunciado este sábado que no participa en la presentación del 'consell de la república' en Bruselas porque considera que es un simbolismo y no dispone "de mecanismos de control democrático y popular.
En un la nota pública, la formación ha explicado que "no quiere contribuir a avalar iniciativas que parten desde una lógica simbólica, que no tienen como objetivo central la ruptura democrática con el Estado español".
También ha opinado que el 'consell per la república' no afronta el debate sobre el ejercicio del derecho a la autodeterminación, sino que "alimenta el discurso simbólico al exterior".
La organización recuerda que "siempre se ha mostrado a favor de estudiar la posibilidad de crear una institucionalidad paralela resguardada de la represión los aparatos del Estado español", aunque ha recalcado que esta debería seguir criterios de discreción, rigor y responsabilidad.
Consideran "la estrategia internacional como un elemento primordial para los próximos meses, donde las personas exiliadas deben tener un papel" relevante, por lo que aseguran que irán valorando la evolución del 'consell per la república' y los cambios que pueda haber en sus propuestas.