Ciudadanos ya ha afianzado su estrategia de pactos para las elecciones autonómicas, municipales y generales que están por llegar. Igual que en Andalucía, no habrá negociaciones con Vox. Pero a diferencia de las actuales conversaciones en Sevilla, los naranjas no concurrirán a las urnas en 2019 con el objetivo de vetar Ejecutivos socialistas. "La naturaleza de cada cita es distinta. Nosotros acordaremos con las dos grandes fuerzas constitucionalistas y europeístas; PP y PSOE", palabras de Juan Carlos Girauta tras reunirse la Ejecutiva de Ciudadanos este lunes.
En la campaña electoral andaluza fue el propio Albert Rivera quien advirtió de que sus escaños no servirían para investir de nuevo a Susana Díaz. Una palabra que ha cumplido. Pero no se trata del PSOE en general, ha desgranado Girauta, sino de "un régimen de cuarenta años" en particular: "En Andalucía, el socialismo había consolidado distintas disfunciones y eso exigía un compromiso".
Los planes a futuro de Ciudadanos consolidarán su centrismo: "Dependerá del territorio, del lugar y las circunstancias. También de los líderes políticos de cada momento". Preguntado en concreto por lo que los naranjas denominan "sanchismo", Girauta ha apostado por una táctica que ya ha dejado entrever Rivera en otras ocasiones: deslindar ese "sanchismo" del PSOE. "Nos desagrada cómo se está gestionando el Gobierno, pero intentaremos atraerlos hacia el constitucionalismo".
Como prueba de ese centrismo, Girauta ha esgrimido los pactos ya cosechados a un lado y al otro: la investidura de Rajoy en el Congreso y la de Díaz en Andalucía tras los comicios de 2015. "Con nuestra experiencia, hemos demostrado que podemos pactar con PP y PSOE en función de las circunstancias".
Ciudadanos, ya con la vista puesta en 2019 -el cambio en Andalucía lo da por asegurado-, se ha comprometido a "primar el constitucionalismo": "Esa es nuestra naturaleza. La política de hoy pasa por mantenerse fiel al ideario y a los principios. Seamos menos tacticistas, menos aprovechados".
Girauta ha insistido en que su mano tendida a PP y PSOE no supone "insultar ni menospreciar" al resto, sino "saber dónde está cada uno y ser consciente de quién se le parece más en las materias relevantes".