El juicio de la pieza política del caso ERE contra 21 ex altos cargos de la Junta de Andalucía ha quedado visto para sentencia tras 152 sesiones durante más de un año en el que el tribunal ha oído a más de 120 testigos, 9 peritos y los acusados que afrontan hasta 8 años de cárcel por prevaricación y malversación.
Los 21 acusados no han hecho uso de su derecho a la última palabra más que para dar las gracias al tribunal, y en el caso del expresidente de la Junta Manuel Chaves, éste ha destacado que las intervenciones de todos los letrados han supuesto para él "una experiencia vital".
Por su parte, el magistrado que preside el tribunal, Juan Antonio Calle, ha agradecido la colaboración de los fiscales y los abogados defensores reconociendo su "esfuerzo" por compaginar "un juicio tan largo con la llevanza de un despacho y otros asuntos" y haber permitido que no se hayan producido suspensiones acudiendo incluso enfermos, con especial mención al abogado del exinterventor José Rebollo, aquejado de un cáncer diagnosticado durante el proceso.
El PSOE se solidariza con los "inocentes"
El PSOE de Andalucía se ha congratulado del fin del proceso y ha lamentado la situación "tan dura" que, en su opinión, han tenido que afrontar algunos encausados. "Esperemos que todos aquellos inocentes que se han visto involucrados en este proceso vean pronto la solución y se acabe con esta situación tan dura en el tema personal y familiar", ha dicho el secretario de Organización del PSOE-A, Juan Cornejo.
El número dos del PSOE andaluz ha aprovechado para subrayar que no era verdad que el caso de los ERE fuera uno de los motivos por lo que la presidenta de la Junta, Susana Díaz, decidió adelantar las elecciones autonómicas. "Les recuerdo que uno de los elementos sobre los que giró la precampaña y la campaña fue que la razón del adelanto era porque iba a haber una sentencia inmediata y nosotros decíamos que eso no era verdad", ha recordado el dirigente socialista.