La mayoría parlamentaria que permitió la moción de censura a Mariano Rajoy ha resucitado este jueves en el Congreso para darle un balón de oxígeno a Pedro Sánchez. La suma de los votos de los socialistas, Unidos Podemos y los partidos independentistas ha aprobado por 173 síes el objetivo de déficit y deuda para 2019, considerado la antesala de los Presupuestos y conocido como el techo de gasto.
No es una victoria real, pero sí moral. El PP tumbará la medida en el Senado, por lo que el Gobierno deberá presentar las cuentas públicas con la senda actual, aprobada por Rajoy. Pero el PSOE ha conseguido ahuyentar el fantasma de las elecciones anticipadas, que planeaba sobre el Gobierno cada vez más cerca en los últimos días.
El objetivo de déficit aprobado se someterá a voto en el Senado el próximo día 27, pero hasta allí su recorrido. El PP ya ha anunciado que lo rechazará y devolverá al Gobierno, que en cuestión de un mes debería presentar el Presupuesto con la senda anterior.
"No es una reunión biliteralal"
Tanto PDeCAT como ERC han echado un capote político a Sánchez justo en el día de su polémica reunión con Quim Torra en Barcelona, que ha sido el centro de todas las intervenciones del día, pero con matices muy distintos. Ambas formaciones independentistas se tomaban el encuentro como un “reconocimiento de bilateralidad”, en palabras del diputado del PDeCAT Carles Campuzano. Incluso Joan Tardà afirmaba que apoyaba al presidente del Gobierno para “poner lubricante en los rodamientos”.
Pero el PSOE no lo ha visto así. La ministra de Economía, Nadia Calviño, sólo ha calificado la cita como un "signo de normalidad" dentro de una visita de un jefe de Gobierno a una comunidad autónoma y ha cerrado la puerta a que se vaya a "tratar de abrir una negociación".
Adriana Lastra, portavoz del grupo socialista en el Congreso, se ha manifestado en el mismo sentido. No va a ser una reunión bilateral porque para que lo fuera "tendría que darse entre dos Gobiernos de dos Estados y no es el caso".