El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha alertado de los peligros que amenazan a Europa y a España, "un Estado que no acaba de asumir su realidad plurinacional ni de ofrecer cauces de solución a los problemas de naturaleza política". El dirigente nacionalista cree que el encaje del País Vasco y de Cataluña sólo será posible si España asume lo que él considera que es una "realidad plurinacional".
Pero alerta del nacionalismo institucional es consciente de que, si se abriera un proceso de reforma de la Constitución ahora, en plena crisis separatista en Cataluña, las "pulsiones recentralizadoras" podrían alejar ese modelo que él propone y que considera "esbozado" en 1978. Así, en su tradicional recepción navideña, Urkullu ha reclamado "una reinterpretación del espíritu constitucional" aplicando lo que ha bautizado como una "convención positiva".
"Una vía podría ser una reinterpretación de su espíritu mediante una convención positiva de la Constitución", de la misma manera que en Euskadi se está apostando por "actualizar el pacto" de autogobierno, "mediante un acuerdo interno amplio".
"Afortunadamente, en Euskadi hemos aprendido de nuestro pasado más reciente y, a pesar de las dificultades, estamos construyendo juntos una cultura política e institucional asentada en el respeto, el diálogo y la voluntad de acuerdo", ha subrayado.
En este sentido ha puesto en valor "el compromiso político" y la "responsabilidad institucional" del País Vasco para recuperar el prestigio de la política.
"No nos podemos resignar ante el avance de discursos populistas, xenófobos, demagógicos o autoritarios. No nos podemos resignar. Nos debemos rebelar", ha proclamado el lehendakari.
Urkullu ha abogado hoy por prestigiar la política, consciente del "escepticismo y la distancia" de los ciudadanos, y por rebelarse ante los discursos "populistas, xenófobos, demagógicos o autoritarios".
El lehendakari ha pronunciado estas palabras en la sede de la Presidencia vasca, en Vitoria, en la recepción a representantes del mundo institucional, político, económico, social y cultural del País Vasco.
Allí ha reconocido que actualmente "hay tensión entre la concepción más egoísta e individualista en la organización de la sociedad" frente a la que hace de la inclusión una premisa indispensable de las políticas públicas y ha destacado que "la solidaridad no es solo una premisa ética, es una premisa de progreso social".
"No somos una isla ni un oasis, pero debemos preservar los mimbres de nuestra forma de hacer política", ha recalcado Urkullu, quien ha defendido la necesidad de proteger "el hecho diferencial vasco" e impulsar la capacidad "de hacer política propia".