Todavía quedan flecos por cerrar, pero Partido Popular y Ciudadanos ya están a punto de culminar el diseño y reparto de las consejerías del Gobierno andaluz. Liberales y conservadores han remado para hacerse con las carteras más influyentes. Cuando sólo quedan veinticuatro horas para la investidura de Juan Manuel Moreno, los de Rivera ya saben que gestionarán la lucha contra la violencia de género y la homofobia. Fuentes de la Ejecutiva naranja consultadas por este periódico confirman que uno de los suyos dirigirá un macrodepartamento de Políticas Sociales e Igualdad.
En Ciudadanos no esconden que será el PP quien regente la consejería de Salud, donde se incrustará lo catalogado como "Familia", pero celebran haber logrado la gestión de aquellas cuestiones que Vox suele poner en entredicho: ley de la violencia de género, protección del colectivo LGTBI... "Con nosotros al frente no habrá ningún paso atrás", desgrana un miembro de la Ejecutiva liberal.
Este blindaje frente a la formación ultraconservadora impedirá, por lo menos durante esta legislatura, que fructifique la ley de "violencia intrafamiliar" impulsada por Abascal o el "derribo del chiringuito feminista" deseado por Vox.
Rivera considera la dirección de la macroconsejería de Políticas Sociales e Igualdad una de las victorias más gruesas de la negociación: supone vaciar de contenido la cartera de Familia que Vox arrancó al PP. Además, es probable que las subvenciones a familias monoparentales y numerosas también sean gestionadas por los naranjas. Desactivada esta pretensión, sólo hubo otra concesión a Abascal: una derogación de la ley de la Memoria Histórica que tampoco prosperará. No será posible sin los escaños de Cs.
"No es que pensáramos que si esto caía en manos del PP fuera a haber una regresión, pero, claro, estando nosotros sabemos seguro que no va a ocurrir", conciben en Ciudadanos. Por tanto, los liberales heredarán las competencias actualmente incluidas en Igualdad y Política Social que, por cierto, es la cartera que -junto a Educación- más subvenciones directas otorga.
Albert Rivera avisaba este lunes a Santiago Abascal -en una entrevista con Onda Cero- de su estrategia: trabajar para "todas las familias" que existen en Andalucía. "Los padres con el mismo sexo, las madres solteras"... Y no sólo lo que tradicionalmente se ha venido entendiendo como "familia".
En Ciudadanos consideran inútil trazar diferencias entre Podemos y Vox. Consideran "populistas" a ambas organizaciones. De cara a los pactos tras las elecciones de mayo sólo marcan una línea roja: "No habrá negociaciones con Abascal ni con Iglesias". Al comienzo de la campaña andaluza, Rivera esbozó esta consigna: nada de mencionar a Vox. Y en esa tesitura se desenvolvieron hasta que los ultraconservadores dedicaron calificativos "inadmisibles" a Manuel Valls y lanzaron propuestas "de otra época" en torno a la violencia de género y el colectivo LGTBI. A partir de ahí comenzó la guerra abierta.
El nuevo Gobierno Andaluz tendrá once consejerías, un número menor que el actual, ceñido al "adelgazamiento de la Administración" consensuado por conservadores y liberales. El PP ostentará la presidencia y seis carteras; Ciudadanos se quedará con la vicepresidencia y las cinco restantes.
De momento tan sólo se conoce el nombre de uno de los consejeros: Javier Imbroda. Pero las competencias están todavía por cerrar. Un portavoz autorizado de Ciudadanos asegura que están cerca de hacerse con estas materias -independientemente de cómo se distribuyan-: Regeneración Democrática, Economía, I+D y Universidades, Empleo...