Celia Villalobos fue increpada este martes en las calles de Sevilla con gritos e insultos como "fascista" o "vividora". El incidente se produjo cuando salía de escuchar el primer discurso de investidura de Juan Manuel Moreno Bonilla en el Parlamento andaluz.
La histórica diputada del PP recibió el ataque con una sonrisa irónica y respondiendo con aplausos a los gritos sin dejar de caminar. Villalobos fue reconocida por varias decenas de manifestantes, los últimos que quedaban a las puertas del Parlamento andaluz tras una jornada de movilización contra la investidura de Moreno Bonilla. Las protestas, convocadas por organizaciones feministas, contaban con la adhesión del PSOE y de Podemos.
El portavoz del grupo parlamentario de Vox, Francisco Serrano, había asegurado horas antes que no podía permitirse "que haya una kale borroka en la puerta del Parlamento", en referencia a la concentración de los colectivos feministas coincidiendo con la sesión. A preguntas de los periodistas en los pasillos del Parlamento, Serrano consideró "lamentable" la citada concentración y aseguró que tuvo que llegar muy temprano a la sede de la Cámara andaluza "para impedir que pueda ser objeto de una agresión".
La presencia de agentes de Policía y de cámaras de televisión evitó seguramente que el incidente con Villalobos pudiera ir a más, y se mantuvo siempre una distancia prudente entre los manifestantes y la política. La diputada, que salió a pie del Parlamento junto a otros cargos públicos del PP, había ido a presenciar la primera jornada de investidura de Moreno Bonilla, que terminará el viernes con la toma de posesión.
Para ese día, que coincide con el inicio de la Convención del PP, está anunciada la presencia en la Cámara andaluza tanto de Pablo Casado como de Mariano Rajoy y Soraya Sáenz de Santamaría.
La primera medida anunciada por Moreno Bonilla en su discurso de este martes es la reforma de la legislación para limitar a ocho años como máximo el mandato de cualquier consejero o presidente del Gobierno andaluz.