El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, sitúa ya fuera de Podemos a Íñigo Errejón después de que la mañana de este jueves, el hasta ahora candidato del partido a la Presidencia de la Comunidad de Madrid anunciara que se presentará por la plataforma de Manuela Carmena, Más Madrid. En un duro comunicado, el líder de Podemos ha cargado contra el que fuera su compañero y se ha declarado "tocado y triste".
"No imaginé que hoy, cuando deberíamos celebrar el quinto cumpleaños de Podemos, las cosas serían así", continúa el dirigente, que relata cómo Errejón ha "maniobrado" a sus espaldas y se lo ha comunicado cuando ya no había vuelta atrás y a cinco meses de las elecciones municipales y autonómicas.
"No doy crédito a que Manuela e Íñigo nos hayan ocultado que preparaban lanzar un proyecto electoral propio para la Comunidad de Madrid y que lo hayan anunciado por sorpresa. Creo que nuestros inscritos se merecen más respeto. No es la primera vez que somos noticia por este tipo de cosas y vuelvo a sentir vergüenza", afirma Iglesias.
Iglesias, que no olvida quién fue su rival en la Asamblea de Vistalegre, valora que aquella cita evidenció "una herida y falta de madurez" y recalca que "en muchos partidos, quien pierde un congreso se va a su casa o abandona la primera línea". Lo hace para poner de relieve que, lejos de esto, "habló" con Errejón para que fuera la persona que liderara el proyecto en Madrid.
"Íñigo no es Manuela"
Uno de los puntos álgidos del documento es el párrafo en el que el número 1 de Podemos sostiene que "Íñigo no es Manuela". Con esto, justifica que Podemos no va a presentar batalla por la ciudad de Madrid pero sí en la Comunidad, donde el partido "saldrá a ganar construyendo con Izquierda Unida y con el resto de aliados candidaturas de unidad".
A continuación, Iglesias lamenta que ni Errejón ni Carmena hayan tenido la "consideración" que, a su parecer, merece Podemos, aunque dice no arrepentirse de sus decisiones pasadas, como la de haber aupado a la exjueza en su carrera a la Alcaldía en 2015. Eso sí, cree que sus planes actuales para la capital "se parece muy poco al Ahora Madrid de hace cuatro años".
No se despide sin reiterar que es "un día amargo" ni sin referirse -sin citarlos explícitamente- a PP, Ciudadanos y Vox: "En este tiempo en el que un nuevo bloque reaccionario amenaza con destruir las conquistas democráticas, nuestro deber es levantarnos y trabajar para defender la dignidad. No será fácil, pero la historia de las luchas sociales enseña que quien se levanta tras un golpe es más fuerte que quien nunca fue golpeado. Hoy, como siempre, sí se puede".