El terremoto que ha sacudido el Partido Popular en los últimos meses está a punto de cristalizar: a pocas horas de la Convención nacional de los populares, que se celebra este fin de semana en Madrid, la formación acaba de parir un presidente de Andalucía —el primero no socialista— y ultima su reconversión con las elecciones de mayo a la vuelta de la esquina.
La receta para este nuevo tiempo varía según los distintos referentes históricos del partido. El exlíder del PP catalán y antiguo presidente de Vox, Alejo Vidal-Quadras, considera que, recuperando la esencia de la formación, se conseguiría parar la sangría de votos a ambos flancos, "hacia Ciudadanos y Vox". “Si el PP vuelve a ser el verdadero PP, no sólo yo consideraré volver a votar al PP, sino muchos españoles”, indica a este periódico.
Porque si, en las primarias del pasado verano, hubiera ganado Soraya Sáenz de Santamaría, “el PP habría desaparecido”, añade. Vidal-Quadras considera que el hecho de que se celebre una Convención en vez de un “congreso extraordinario” le resta brillo a lo que está por suceder: el reposicionamiento ideológico de un partido que habitualmente se había movido en los grises —al ocupar por completo el bloque del centroderecha— y que solidificará en un documento que recoja las líneas maestras de los programas electorales.
Un PP puramente liberal
¿Y qué cree Vidal-Quadras que es ese “verdadero” partido? “Una formación que se comprometa de verdad con la unidad nacional, que se enfrente con toda firmeza y coraje al separatismo, que haga que el Estado recupere eficacia, que mejore el Estado de las autonomías, que legisle y gobierne para que las empresas puedan crear empleo, para que haya menos impuestos…”.
El partido que dibuja el exdirigente es muy similar al que sueña Esperanza Aguirre. “De la Convención saldrá un PP centrado en el liberalismo, en ideas conservadoras también, pero principalmente y sobre todo, en el liberalismo”, aduce la expresidenta madrileña. “Un rearme ideológico completo”, subraya.
Nadie olvida la etapa marianista que ahora pretenden enterrar para siempre. “El partido de Rajoy y Santamaría tuvo mayoría absoluta en 2011”, relata Vidal-Quadras, “y se caracterizó por el abandono de los principios y valores del liberalismo conservador y por la corrupción”. “Por eso, el PP ha perdido millones de votos que, hasta ahora, se habían ido básicamente a Ciudadanos, pero ahora también hacia Vox”. Así, es “absolutamente imprescindible” que Pablo Casado recupere esa esencia liberal, ya no sólo para abarcar el liderazgo del centro-derecha, sino “para sobrevivir”.
Casado, como Aznar en el Congreso de Sevilla
“La Convención va a ser un relanzamiento del partido y de la figura de Casado. Es su momento de brillar, de convencer. De decir este es mi partido, esto es en lo que creo”, mantiene Miguel Ángel Rodríguez, hombre fuerte de Aznar y exsecretario de Estado de Comunicación. Para el exministro Jaime Mayor Oreja, será un Partido Popular “que recoja todas las esencias que antes concitaba: inspiración cristiana, liberal y conservadora”. “El partido tiene que volver a ser referencia”.
Por eso, han de mirarse en el espejo andaluz y aprovechar el viento de cola de la toma de posesión de Juan Manuel Moreno Bonilla. “El escenario político no varía la ideología del PP. Con el cambio liberal, el electorado volverá”, indica Rodríguez. “Este es el momento de Casado como fue el de Aznar en el Congreso de Sevilla. Veremos un líder distinto del que salió del Congreso que lo eligió: allí fue presidente, ahora será líder”.