"He venido a tocar los cojones. No aplaudáis que luego me querréis pegar". El portavoz de Tabarnia Jaume Vives, avisó al poco de comenzar su intervención en la mesa sobre el futuro de Cataluña y la unidad de España.
El polémico activista era uno de los invitados de la primera jornada de la convención nacional del PP, en la que los de Pablo Casado pretenden diseñar las líneas maestras de las próximas citas electorales de mayo. La ocasión era solemne y Vives ha confesado llegar "acojonado" al cónclave popular.
El silencio incómodo del auditorio y los tímidos aplausos ante sus palabras sobre la situación en Cataluña presagiaban lío. Y lo hubo. "La gente piensa que al PP se le ha pasado el arroz, me piden que os afiliéis a Vox", soltó en medio de la convención en la que el partido de Casado debate como enfrentar la 'amenaza' de los de Abascal.
Vives también ha descrito el enfado porque los no nacionalistas en Cataluña se han sentido "profundamente abandonados" en los últimos años y por una aplicación del artículo 155 de la Constitución que llegó "tarde y mal". "No ha arreglado los dos problemas que tenemos: la educación y los medios de comunicación", ha añadido.
Jaume Vives ha añadido que el enfado de la gente se debe también a que al lograr la mayoría absoluta en el Congreso en la legislatura anterior, no se hizo lo que se había prometido y que durante mucho tiempo se ha "jugueteado" con el nacionalismo, tanto el catalán como de otras comunidades.
Ha dicho a continuación que hay dos colectivos a los que el PP "ha despreciado": los catalanes no nacionalistas y los católicos, a los que "se les ha dado una patada muy gorda durante muchísimos años".