Ciudadanos ya cuenta con dos partidos a su derecha -PP y Vox- y otros dos a su izquierda -PSOE y Podemos-. A ojos de Albert Rivera, una oportunidad para "ensanchar el centro". Tras un giro liberal y haber rebañado miles de votantes a los populares en las pasadas elecciones generales, el líder naranja ha colocado el punto de mira en la formación dirigida por Pedro Sánchez.
Según un sondeo realizado por SocioMétrica para este periódico, cuatro de cada 10 votantes socialistas ya aprueban la labor de Rivera. No obstante, la autopista que trata de construir Ciudadanos sólo tiene visos de funcionar en una dirección: apenas uno de cada diez electores de Rivera se muestra conforme con Sánchez.
Salvo en el CIS -donde el presidente del Gobierno mantiene por dos décimas su liderazgo-, el candidato de Ciudadanos figura como el mejor valorado en el grueso de las encuestas privadas publicadas durante el último mes.
Fuentes de la Ejecutiva del partido reconocen a este diario que sus encuestas internas también constatan "la posibilidad de crecer por la izquierda" y que ya se han puesto manos a la obra. Disfrutan de dos circunstancias: "El auge de Vox nos permite reafirmarnos en el centro y, por otro lado, el PSOE está partido por culpa de las alianzas con el separatismo".
"El votante no es tonto"
En la sede de Ciudadanos el diagnóstico es sencillo: "Crece el apoyo a Rivera entre los votantes del PSOE gracias a esa facción más jacobina, más históricamente constitucionalista". Una corriente que, además, ha encontrado sus referentes en Alfonso Guerra, Paco Vázquez o el propio Manuel Valls, que se presenta como independiente y con el beneplácito de los liberales a la alcaldía de Barcelona. "El apoyo del independentismo le está costando muy caro a Sánchez en Andalucía, Castilla-La Mancha y Extremadura", reseñan las fuentes consultadas.
Una paradoja: la valoración de Rivera se incrementa en el PSOE a la vez que el electorado sitúa a Ciudadanos cada vez más a la derecha. En una escala del uno al diez -siendo lo primero la extrema izquierda y lo segundo la extrema derecha-, los naranjas suelen figurar entre el siete y el ocho. "Eso no nos preocupa. La polarización hace que quienes nunca nos votarán nos empujen más hacia la derecha, pero esa tendencia no se da en nuestro electorado, y tampoco en una parte del socialismo". A tenor de la encuesta publicada por EL ESPAÑOL, quienes apoyan a Ciudadanos ubican a la organización en el 5,7.
Un portavoz del partido establece así otra de las causas del "crecimiento de Rivera": "Creemos que el debate y la fricción ya no está entre la izquierda y la derecha, sino entre el aperturismo y el proteccionismo". O lo que es lo mismo: Ciudadanos propone estirar el espacio liberal -"antes no existía en España"- frente al socialismo y el conservadurismo.
Los dirigentes de Ciudadanos se dicen "electoralmente optimistas" porque "la polarización va a más". "Creemos, de verdad, que hay muchísima gente cansada de los gritos y las peleas. Confiamos en que se sabrá valorar la gestión, el trabajo con su correspondiente reflejo en la vida cotidiana de los españoles", cuenta un portavoz autorizado.
Además, insiste esta fuente: "Meter a Vox, PP y Ciudadanos en el mismo saco con el objetivo de tacharnos también de extrema derecha es absurdo y puede beneficiarnos. Huir de los matices y pintarnos a todos igual les puede salir mal. El votante no es tonto".