El presidente de Ciudadanos (Cs), Albert Rivera, ha sido escracheado este lunes por taxistas en la estación de Atocha de Madrid. El dirigente regresaba de Sevilla, donde el nuevo presidente de la Junta, Juanma Moreno, ha anunciado la composición de su Gobierno, con vicepresidente -Juan Marín- y consejeros de Cs.
Cuando se han encontrado al político, los conductores, en huelga indefinida, le han rodeado, le han gritado "¡fuera!" y le han insultado, llamándole "¡sinvergüenza!" o "¡golfo!". Rivera, que ha subido un vídeo de lo ocurrido en sus redes sociales, ha recalcado que le "consta que hay muchos taxistas respetuosos y que legítimamente defienden su interés".
"He tratado de explicarles mi postura, pero entre amenazas e insultos es imposible tener un debate constructivo. Estas actitudes a los primeros que perjudican es a ellos. Sigo pensando hoy aún más que ayer que los ciudadanos tienen derecho a elegir si se desplazan en taxi, VTC o como quieran", ha sostenido Rivera en Twitter tras el incidente.
"Los usuarios toman nota"
Los taxistas de Madrid se han unido este lunes en sus protestas a sus compañeros de Barcelona y han iniciado un paro indefinido, a dos días de la inauguración de Fitur, para reclamar más limitaciones a los vehículos de alquiler con conductor (VTC). El sector del taxi ha decidido mantener las movilizaciones al no considerar suficientes las propuestas de regulación planteadas por la Generalitat y la Comunidad de Madrid.
El portavoz de Cs en el Congreso, Juan Carlos Girauta, se ha referido concretamente a la situación en Barcelona, donde tres agentes de los Mossos d'Esquadra y un guardia civil han resultado heridos cuando trataban de contener a taxistas que se manifestaban.
"A la inoperancia de Sánchez, incapaz de implantar un modelo de transición, se suma la debilidad de gobiernos autonómicos, el apego al pasado y, lo peor, el intolerable recurso a la violencia. Hoy han herido a un guardia civil. Los usuarios toman nota", ha señalado.
Previamente, en una entrevista en Onda Madrid, Girauta ha acusado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de "quitarse de encima la responsabilidad y la obligación" de regular el funcionamiento de las empresas de VTC al delegar esta tarea en las comunidades autónomas, provocando con ello "17 conflictos diferentes".