El Gobierno de Manuela Carmena ha aprobado este jueves la prohibición de que puedan instalarse en la capital circos itinerantes que utilicen en sus espectáculos animales salvajes, un cambio normativo que tendrá que ser ratificado por el Pleno, donde Ahora Madrid prevé contar con el apoyo del PSOE.
La Junta de Gobierno de la capital ha aprobado esta modificación de la ordenanza reguladora de la Tenencia y Protección de los Animales, de 2001, puesto que considera que las instalaciones circenses no satisfacen las "condiciones fisiológicas, mentales y sociales de los animales" ni respetan el bienestar animal, han informado a Efe fuentes municipales.
Por ello, el Consistorio no autorizará la instalación en la capital de los circos que en sus espectáculos incluyan animales salvajes.
El Pleno del Ayuntamiento de Madrid aprobó en enero de 2017 elaborar una normativa sobre los derechos de los animales que estudiase la prohibición de instalar en la capital este tipo de circos.
Desde entonces, el grupo municipal socialista ha apremiado en varias ocasiones al Ejecutivo de Manuela Carmena a cumplir con esta prohibición que finalmente el área de Salud, Seguridad y Emergencias impulsa en la recta final de la legislatura.
El Ayuntamiento se basa en una recomendación de la Federación Veterinaria Europea (FVE), adoptada el 6 de junio de 2015, que alerta de que las necesidades de estos animales "no pueden satisfacerse en un circo itinerante, especialmente en lo que respecta al alojamiento y a la posibilidad de expresar comportamientos naturales".
El Gobierno de Manuela Carmena entiende en esa misma línea que el uso de mamíferos salvajes está "injustificado" y tiene además un "escaso o nulo valor educativo, conservacionista y económico" y además incumple la declaración universal de los derechos de los animales de 1987 en la que se recoge que todo animal salvaje tiene derecho a vivir libre en su propio ambiente natural.
El Gobierno de Manuela Carmena sostiene además que la percepción de la mayoría de la ciudadanía sobre los espectáculos circenses ha cambiado. "Los animales están separados de su mundo natural, lo que les provoca situaciones no deseadas de malestar y estrés", defienden desde el Consistorio madrileño.
Para la elaboración de esta modificación se ha realizado una consulta previa en la que han participado diversas asociaciones protectoras de animales así como representantes de asociaciones de los propios circos.
El texto fue además sometido a consulta pública en el portal de participación ciudadana decide.madrid.es, han informado a EFE las mismas fuentes.
Tras la aprobación hoy en Junta de Gobierno, se abre un plazo de un mes para presentar alegaciones y después tendrá que ser sometido a aprobación plenaria, en marzo o abril.