El hombre de jersey oscuro que bebe una tónica a media mañana en un hotel frente al Congreso de los Diputados es Juan Carlos Bermejo, ingeniero y propietario de una empresa de distribución informática que contrata a noventa personas entre España e Italia. También el emprendedor que competirá con Ignacio Aguado por la candidatura de Ciudadanos en la Comunidad de Madrid.
Vallecano de nacimiento, se estrelló contra el predicamento de Albert Rivera en las primarias por la presidencia del partido en mayo de 2017. Reconoce que, hace un mes, sus opciones de victoria en la próxima cita electoral rondaban el 5%, pero ahora las sitúa en un 50%; un entusiasmo que genera incredulidad e indiferencia en el aparato naranja. "Vamos a ir a saco. Serán unas primarias de verdad", se postula.
Bermejo, desconocido a ojos de tantos, cuenta con un apoyo de empaque mediático: Pedro García Aguado, conocido como "Hermano mayor". El antes jugador de Waterpolo apoyará a este empresario, sobre el que escribió en Twitter: "Este Bermejo habla claro. Top. Por reyes, a Ciudadanos le han traído un buen político y, además, discrepante".
-¿Participará en su campaña?
-Se lo pediré. Espero que sí.
A Bermejo y García Aguado les une la infancia en el barrio y la escalada para salir del pozo. "Eso nos identifica mucho. Hablamos el mismo idioma. Ambos hemos crecido en entornos conflictivos. Muchos amigos de mi infancia murieron de sobredosis. Tuve las drogas muy cerca, estaban aquí". Y puntea con los dedos -como palpándolas- la mesa sobre la que reposa la grabadora y un tarro de patatas fritas.
Bermejo relata que García Aguado, tras conocerlo, le dijo: "No entiendo cómo el partido no te ha otorgado un papel más estratégico". También especifica el consejo que recibió: "Di lo que sientas, trabaja en lo que crees, sin pensar continuamente en cómo agradar".
El Bermejo adolescente recogía cartón, quemaba cables y vendía cobre para sacarse unas pelas los fines de semana. Luego pasó al andamiaje, la obra y, finalmente, el comercio de productos informáticos. Por el camino obtuvo una ingeniería técnica topográfica. "Fueron años jodidos, pero fui muy feliz". A los 17 empezó a salir con la que ahora es su mujer.
Vive en Las Rozas, donde se afilió a Ciudadanos en febrero de 2015. Nunca antes militó en otra organización. A Rivera no lo conoce, aunque le envía Whatsapps por los que no obtiene respuesta. "Aparece el doble tic azul", bromea.
Calcula que esta aventura política, que paga de su bolsillo, le costará alrededor de 30.000 euros. "Lo hago porque me encuentro en un buen momento de salud, estoy económica y emocionalmente bien", reseña.
"La diferencia entre Aguado y Villacís"
Frases cortas, a bocajarro, diagnostica la agrupación de Ciudadanos en la Comunidad de Madrid como una "estructura endogámica", que ha renunciado a "hablar hacia fuera" y captar simpatizantes. Por eso tratará de arrebatar el puesto a Ignacio Aguado.
No piensa lo mismo de Begoña Villacís: "He recorrido muchas sedes, he hablado con la gente. Están a muerte con ella. Tiene una capacidad de liderazgo brutal. Y yo lo celebro, se lo ha currado mucho". En cualquier caso, sintetiza, no considera "rival" a ninguno de los dos. "Simplemente, me gusta hablar de opciones distintas".
Precisamente, intentará derrocar a Aguado porque cree que arruina las perspectivas que pueda tener Ciudadanos para ganar en la Comunidad: "En lo político, critica al Gobierno del PP, pero al mismo tiempo lo apoya. En lo personal, le percibo introvertido, poco dinámico, sin cualidades de líder. Y esa es la respuesta que obtendrás si preguntas por la calle".
Como prueba del algodón, acude a algunas entrevistas de Albert Rivera: "No defiende a Ignacio con el mismo entusiasmo con el que habla de Begoña. Eso se nota".
En las estructuras naranjas de la Comunidad, Bermejo ha encontrado a "algunos que se comportan como comisarios políticos", y eso no lo ha visto en el organigrama municipal. "Es un deje de la vieja política que quiero contrarrestar".
Sobre Vox, Bermejo resume: "Están recogiendo el descontento. Han hecho lo que debimos hacer nosotros. Denunciar el procés en los tribunales. No creo que sean de ultraderecha".
"¿Suárez? Era un franquista que supo negociar"
Una de las diferencias discursivas más notables entre Bermejo y el entorno de Rivera tiene que ver con Adolfo Suárez. El líder de Ciudadanos reitera que PP y PSOE se han echado en brazos de los extremos como estrategia para absorberlos, lo que considera una oportunidad para reivindicar el centrismo de UCD. "¿Suárez? Era un franquista. Luego supo ver la necesidad democrática y negoció. Pero no habría sido nombrado presidente a dedo si no hubiera sido franquista. Probablemente, Rivera lo piense, pero no lo diga. Lleva mucho tiempo en política. Seguro que mis asesores me echan la bronca por decirlo como lo pienso, pero no sé hacerlo de otra manera".
Bermejo concluye con un recado para Rivera: "Habla mucho de la Transición, pero él, nacido en 1979, no vio las hostias de Fuerza Nueva o los guerrilleros de Cristo Rey; yo, de 1972, sí".