El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, ha publicado en su cuenta en Facebook un extenso comunicado en el que tiende la mano al candidato de Más Madrid a la Comunidad de Madrid, Íñigo Errejón, y dice que, "a pesar de todo, no es un traidor". Confirma asimismo que su participación en el Consejo Ciudadano Estatal (CCE) será telefónica "en la medida en que las tareas que conlleva el permiso de paternidad lo permitan, como hizo Irene [Montero] en el último Consejo".
"Iñigo, a pesar de todo, no es un traidor, sino que debe ser un aliado de Podemos. La indignación ante la falta de respeto a nuestros espacios colectivos es natural y lógica, pero debemos afrontar la situación con madurez y responsabilidad. Nuestro trabajo es ser útiles a la ciudadanía y ello pasa por ser generosos y responsables tratando de construir una confluencia lo más amplia posible", sostiene Iglesias, que rebaja el tono respecto a su primera reacción tras la alianza de Errejón con Manuela Carmena.
Aunque el titular que se extrae de su largo texto es el de que "a pesar de todo, Íñigo no es un traidor" -como se le había llamado desde la dirección de Podemos-, el texto esconde varias claves críticas contra la línea de flotación de su ex amigo. Lo compara con Macron, lo acusa de ser uno de los que "desde dentro" han actuado como "los adversarios" que quieren "destruir Podemos" y advierte de que por ese camino se va hacia una coalición de gran centro que incluya al PSOE y elimine a su partido de la ecuación.
Así, Iglesias acepta como "aliado" a Errejón sólo por conveniencia, para que no actúe como palanca de acercamiento de "esa supuesta izquierda amable que se ha ido de Podemos" para juntar al PSOE con Ciudadanos. "Van a por nosotros y de nuestra madurez y la de nuestros aliados depende que sigamos siendo o no un actor decisivo que pueda gobernar en España", advierte el secretario general.
Para la alcaldesa reserva el último de los diez puntos en los que divide el escrito, no precisamente para alabarla: "Carmena no es lo que fue pero representa lo más útil que hay para impedir que la derecha reconquiste el poder municipal en Madrid. Me apena que del proyecto de Ahora Madrid de hace cuatro años quede tan poco". Pese a esto, admite que, "hasta el día de hoy, la opción más viable para que la derecha no vuelva al Ayuntamiento es que Carmena repita como alcaldesa".
"Los trillizos reaccionarios"
El primero de los puntos reflexiona sobre lo que llama "geopolítica del miedo: golpes de Estado y fake news". El segundo alaba el papel de fuerzas como Podemos y apunta a los enemigos, entre los que se encuentra -al menos lo que representa- el presidente de Francia, Emmanuel Macron: "Podemos fue y es una de las pocas traducciones en forma democrática a la crisis europea y una barrera frente al autoritarismo. El macronismo, como pretendido contenedor moderado de las crisis del sistema europeo, está revelando sus estrecheces frente a la agresividad social de la globalización".
A continuación, punto 3, entra de lleno en el pacto de gobierno en Andalucía, refiriéndose a los socios como "los trillizos reaccionarios", que, a su parecer, "son la vía aznariana de involución democrática para afrontar la crisis de régimen en España". En adelante, una vez presentados los "adversarios", alerta de que lo que pretenden es "destruir el bloque de la moción de censura" y que "ese bloque se convierta en un gobierno de coalición entre Unidos Podemos y el Partido Socialista que sea un referente europeo de políticas de protección del Estado del bienestar y que afronte la crisis territorial desde el diálogo y la negociación política".
Lejos de hacer autocrítica, Iglesias se queja de que se quiere "destruir Podemos" para que "sólo haya dos alternativas de superación de la crisis de régimen". Esto ocurre cuando, continúa, "hoy Unidos Podemos vuelve a ser un actor determinante para que el acuerdo de presupuestos se haga realidad, justo en el momento de mayor peso político en España".
Vuelve Iglesias, ya en el punto 7, a la crisis con Errejón y Carmena, reivindicando la marca Podemos frente a que se hagan las cosas "en secreto y por sorpresa".
La solución pasa, entiende el líder 'podemita', por estas claves, expuestas en el punto 9: "Debemos tener un debate sosegado y la dirección interina de la organización madrileña debe bajar ese debate a los círculos. Debe hablarse de programa, de proyecto para Madrid y también de procedimientos de participación y decisión con Izquierda Unida y con los actores con los que hemos construido Unidos Podemos. Debe hablarse también con otros actores de la sociedad civil y por supuesto con el partido de Íñigo y Manuela. Pero para llegar a ese punto Podemos necesita tener un debate propio sin que se le pretenda imponer tragar con platos precocinados. Hemos cometido errores pero para enmendarlos y asumir responsabilidades nos hemos dotado de procedimientos que deben ser respetados y que tienen sus tiempos".