Vox ha celebrado este viernes su puesta de largo en Castilla-La Mancha llenando las 608 butacas del auditorio del hotel Beatriz de Toledo. Según el partido, han entrado 1.000 personas y se han quedado fuera 500. Como reclamo, la presencia de su presidente, Santiago Abascal, y la promesa de una "reconquista" de la región, en la que la formación se ha propuesto reproducir el éxito de diciembre en Andalucía en las elecciones municipales y autonómicas de mayo.
Abascal, aclamado a su entrada en el anfiteatro, ha tenido antes unas palabras para quienes se han quedado a las puertas. A ellos, megáfono en mano, les ha animado: "A pesar de los insultos, de la estigmatización, la demonización que se ha hecho contra todo lo que pensáis y sentís desde hace mucho tiempo, estáis aquí porque Vox es un partido de extrema necesidad para España".
"No nos mueve el odio, nos mueve el sentido común, los valores que nos han enseñado en casa y que siempre han caracterizado nuestro país y que van a llenar las urnas de España cuando ése que tiene secuestrada a la democracia y que ha engañado a todos con una moción de censura falseando sus intenciones -en referencia al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez- convoque elecciones".
"Apartar a los filoetarras y bolivarianos"
Dentro, junto a Abascal, completaban el cartel los dos principales dirigentes del partido en Toledo, Luis Miguel Núñez y José Luis Sánchez, quienes han ensalzado el papel de una provincia "con patrimonio y con historia", citando a El Greco, a Alfonso X o a Cervantes. El fin del trasvase Tajo-Segura, la defensa de la cultura popular y la exigencia de una mejor línea de ferrocarril han centrado sus discursos.
"Compatriotas, bienvenidos a la España viva, la marea verde ha llegado a la Ciudad Imperial para traer un mensaje de ilusión y de esperanza para todos los toledanos", ha enfatizado Núñez, erigiendo a Vox como "una herramienta que tiene que acabar con esos de naranja -Ciudadanos-, que son un trampantojo; y para apartar a los filoetarras y bolivarianos -Podemos-.