Vox se ha presentado este jueves de forma oficial en Navarra, como hizo hace apenas una semana en Castilla-La Mancha, con un acto en Toledo que desbordó todas las previsiones de asistencia. La formación continúa su expansión territorial de cara a las elecciones municipales y autonómicas del 26 de mayo a fin de reproducir en el mayor número de lugares posible el histórico resultado de diciembre en Andalucía.
La puesta de largo en la comunidad foral, con el presidente del partido, Santiago Abascal, como cabeza de cartel, ha tenido lugar en el hotel NH Iruña Park de Pamplona. Abascal, aclamado por los congregados, les ha pedido que no den "ni un paso atrás". "Vox ya ha hecho historia -ha dicho- porque este acto para decir estas cosas era imposible en esta tierra hasta hace unos meses".
"Esta sala no servirá para el siguiente acto"
"Navarra no es Euskadi. Navarra es España y tenemos muy claro que hay que derogar de una vez por todas esa amenaza latente de la Disposición Transitoria Cuarta, borrarla para que Navarra siga siendo lo que siempre ha sido y pueda superar la amenaza del imperialismo separatista", ha pronunciado entre aplausos de los asistentes, que le han gritado "¡presidente, presidente!".
Otro objetivo que se ha marcado, ya a escala nacional, es "expulsar al frente popular usurpador del gobierno de la nación". Acto seguido, ha pasado a hablar, sin citarlos, de Ciudadanos: "El cordón sanitario de algunos lo esperábamos y de otros, nos ha sorprendido. La veleta naranja, que tiene fotos sonrientes con Puigdemont y Pablo Iglesias, nos hace el vacío. Tenían un problema con el partido de Ortega Lara mientras le daban la mano a los amigos de Otegi. Allá ellos".
"Lo hemos vivido con cierta indignación -ha continuado-, pero cuanto más lo hacen, cuanto más nos insultan, más gente se acerca a Vox. Que sigan insultándonos, que esta sala no podría servir para el siguiente acto de Vox".
En su parte final, la más aplaudida, Abascal ha asegurado que Vox llega a Navarra "para quedarse, para que Navarra gane, para expulsar al comunismo y al filoterrorismo, para defender el sentido común, las convicciones de nuestros padres, para dar voz a esa Navarra silenciada".
Los "mitos del vascuence"
Antes ha intervenido Javier Horno, coordinador de Vox en Navarra, que ha cargado contra "los mitos del vascuence" y ha dejado frases como: "Pamplona es Pamplona. Iruña podrá ser, si se quiere, un apelativo cariñoso, pero como nombre cooficial no es más que una imposición del nacionalismo vasco".
Horno ha hecho una defensa cerrada del "castellano, la primera lengua identitaria", sin entender cómo hay niños a los que "se les priva de que su educación académica sea al menos en una parte sustancial en español". Y ha ido más allá: "En Vox no queremos utilizar el inglés para defender el español".
Por último, ha pedido el apoyo de la dirección del partido "para sacar de Navarra la imposición y el miedo del nacionalismo", presentes, ha añadido, "desde las más altas instituciones hasta las asociaciones de barrio o las más festivas, como ocurre en muchas peñas de San Fermín".