El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha igualado a los separatistas con la ultraderecha, representada por PP, Ciudadanos y Vox en su opinión, porque unos mantienen "su carrera a ninguna parte" y los otros quieren "una España en blanco y negro" como, dice, se verá este domingo en la concentración convocada en la madrileña plaza de Colón.
En un acto preelectoral en Baracaldo (Vizcaya), Sánchez ha dicho que el Gobierno y el PSOE defiende una España "que viva unida en igualdad y en la diversidad territorial". Y ha abogado por "el diálogo y la ley" como "el único camino transitable" para una solución en Cataluña: "Dentro de la Constitución, todo el diálogo; fuera, nada es posible", ha añadido.
Sánchez ha hecho malabarismos para defender la postura errática sostenida por su Gobierno esta semana, primero aceptando la figura del "relator" para la mesa de partidos que exigían los independentistas, y luego rompiendo el diálogo con éstos con la excusa de que "exigían la autodeterminación" entre los puntos para hablar.
En su defensa del diálogo con el separatismo catalán -a pesar de habérselo negado a los trabajadores de La Naval que lo esperaban en la puerta del BEC- el presidente ha acusado al PP de "insultarle" y de "deslealtad al Estado siempre que está en la oposición". En su opinión, el Partido Popular "hace lo mismo cada vez que pierde el poder: deslegitimar a los socialistas y no apoyarnos ne los asuntos de Estado".
Sobre la concentración de este domingo, el presidente Sánchez ha advertido a PP y Ciudadanos de que su presencia en Colón "junto a los ultraderechistas" no va a lograr que éstos se moderen, "sino que radicalizará a PP y Cs, como vamos a ver mañana", por el domingo.
Sánchez ha presumido de los 140 años de historia del PSOE "siempre al servicio de nuestro país, de España" y que eso significa "que ser patriota es trabajar porque cada día se viva mejor". Y para eso hay que gritar "¡viva España! pero unida a los valores de la solidaridad" y dejar claro que "Casado me insulta porque no tiene argumentos que defender".
El presidente ha acusado a "las tres derechas" de querer "dar pasos atrás" y "cuestionar el Estado autonómico". Ha reivindicado la "amplia mayoría del PSOE" frente a la "carrera a ninguna parte" del independentismo y "los pasos atrás de las derechas", a las que ha acusado de "agravio territorial".
Así ha defendido la "ley y el diálogo" como la posición "de siempre del PSOE para resolver la crisis en Cataluña: "Hay que aplicar generosidad, diálogo y Constitución", como el camino" más largo, pero el único transitable".