Nadie ha luchado por estos Presupuestos como Podemos. Con tiras y aflojas en su relación con el Gobierno de Pedro Sánchez, al que han llegado a acusar de "no tener mucho interés en sacarlos adelante", al que han amenazado con dejarlo solo e incluso lo han ejercitado votando no a la convalidación de alguno de sus decretos ley, y al que han advertido de que "no haga caso" a su "derecha interna", personificada en la ministra de Economía, Nadia Calviño, mientras filtraban que la titular de Hacienda, María Jesús Montero, era la única que les hacía caso dentro del Ejecutivo.
El partido se preparó para un adelanto electoral antes de las Navidades, a medio camino entre dejarlo todo hecho porque Pablo Iglesias se iba de baja por paternidad y que daban por "liquidada" la legislatura en el momento en el que Sánchez advirtió de que gobernaría "por decreto" si no se podía siquiera presentar el proyecto presupuestario en el Congreso. Algo, por otra parte, inconstitucional. "Tendrá que adelantar elecciones", decía este mismo lunes Pablo Echenique, preguntado por qué pasaría si este miércoles los partidos separatistas catalanes mantenían sus enmiendas a la totalidad.
El discurso oficial es que ERC y PDeCAT no deben "utilizar como moneda de cambio" para levantar sus vetos el conflicto político y judicial de sus presos y la exigencia de autodeterminación. Pero de puertas adentro ya se habla de "chantaje" de los independentistas, que pondría en riesgo la "mejora de la calidad de vida de la gente que garantizan los Presupuestos".
Es más, para demostrar su compromiso con la mediación, Noelia Vera, portavoz del Consejo de Dirección, afirmaba este lunes que fue Podemos el padre de la idea de un "relator o mediador, o como quieran llamarlo" para una mesa de partidos que tratara el asunto catalán.
La portavoz de En Comú Podem, Lucía Martín, se multiplica estos días en reuniones formales e informales con los diputados de PDeCAT y Esquerra, tratando de que se levanten las enmiendas a la totalidad. "Las conversaciones avanzan, y hay buen tono", afirman fuentes cercanas a esas negociaciones, "hay buena predisposición por su parte, pero ERC y PDeCAT sienten que no pueden dar su brazo a torcer" a no ser que Sánchez haga algo.
El caso es que en Podemos, con las encuestas dándoles una bajada de 25 diputados de media -sobre los 69 con los que cuenta ahora el grupo confederal-, y tras la espantada de Íñigo Errejón, teme una convocatoria electoral anticipada.
Contra el "macronismo" de Errejón
En casa de baja, Pablo Iglesias ha encontrado tiempo este lunes, de nuevo, para elaborar un largo hilo de Twitter en el que advertía del "macronismo" que sobrevuela todo un movimiento que él advierte sobre la situación política actual. El secretario general ha acusado a "los jefes del Ibex y sus medios" una maniobra para que emerja un "bloque de 'gran centro' con PSOE y Ciudadanos y una nueva fuerza progresista que lo facilite desde fuera", en clara alusión a su ex número dos.
E incluso ha vuelto a agitar el fantasma de los "barones conservadores del PSOE" para advertir de que la división no dará "fuerza electoral" para mantener "el horizonte de país" que él atribuye a los Presupuestos que pactó con Sánchez un 11 de octubre en el Congreso.
Iglesias pidió cita: "los incumplimientos"
El caso es que la semana pasada, Iglesias llamó a Sánchez para que le diera cita en Moncloa. El mensaje que le transmitió fue que Podemos seguiría peleando por ayudar a sacar las cuentas pero que, a cambio, el PSOE debía moverse.
Es decir, solventar "los incumplimientos" que incluye el proyecto de ley de Presupuestos respecto a lo pactado con Podemos. A saber, que los Ayuntamientos tengan poder para intervenir el mercado del alquiler "fijando precios máximos" en las zonas tensionadas; que el Gobierno haga una reforma para que las eléctricas "dejen de subir abusivamente la factura de la luz"; o que "se recupere el subsidio de desempleo para los mayores de 52 años".
De hecho, fuentes internas de la negociación aseguran que, no sólo se visualizó el nuevo talante del Gobierno y el PSOE con la presentación el viernes pasado de una iniciativa conjunta para derogar el voto rogado por la vía de urgencia, sino que "ya hay avances de verdad para que Ábalos haga un nuevo decreto de Vivienda".
Podemos admite que le "costó mucho" votar no a convalidar ese decreto, pero que no le quedó más remedio. "Por la vía de la enmienda, PP y Cs nos lo podían parar en la mesa, sólo nos vale otro decreto que dé poder a los Ayuntamientos para intervenir el mercado", aseguran. Y Fomento ya lo está elaborando.
Quedan poco más de 24 horas para que las cuentas públicas decaigan y eso fuerce a adelantar las generales que teme el partido morado y no quiere en ningún caso. "Porque los Presupuestos son buenos", es lo que aseguran. Y las encuestas son malas, es lo que saben.