El PSOE ha librado a Mariano Rajoy de comparecer en el Congreso acerca de la "caja B". Una premisa que sólo se entiende si la sigue esta otra: el PP hará lo propio con Pedro Sánchez y su tesis en el Senado. Un pacto. Un intercambio de cromos. Silencio.
En marzo de 2017, los socialistas, Podemos y Ciudadanos acordaron que el entonces presidente Rajoy sería la guinda a la comisión que todavía investiga la financiación irregular del PP. Hasta que este miércoles, cuando llegó el momento de culminar el pacto, el PSOE cambió de bancada y bloqueó la visita del político gallego.
En el Senado, la secuencia es similar. Los de Génova impulsaron el mismo mecanismo parlamentario para escudriñar la tesis doctoral de Sánchez, pero tanto en diciembre como a principios de febrero concedieron una "prórroga" a los socialistas por una cuestión de "cortesía parlamentaria".
Las fuentes del PP consultadas por este periódico se limitan a confirmar lo sucedido en una y otra Cámara. Mientras, Podemos y Ciudadanos acusan al bipartidismo de "pasteleo" y de "taparse los corruptos".
En la Carrera de San Jerónimo, el grupo parlamentario del PSOE se justifica con una "cuestión de plazos". La comisión que interroga al PP debe concluir, a más tardar, el 11 de marzo. "No da tiempo a que venga Rajoy y luego redactar las conclusiones", arguyen. Un extremo que desmienten en los despachos de Podemos y Ciudadanos.
En el Senado, lo que el PP definió como un episodio irrenunciable ha quedado, de momento, en agua de borrajas. La "cortesía parlamentaria" de la primera prórroga luego se convirtió en un "dar tiempo" a los distintos grupos para que "preparasen" sus planes de trabajo. Ahora, la última respuesta -vaticinan sus oponentes- será: "El Gobierno ha convocado elecciones, ya no da tiempo".
La estupefacción de Podemos y Cs
En la Cámara Baja, la metamorfosis del PSOE produjo un empate que tuvo que deshacer el presidente de la comisión, Pedro Quevedo (Nueva Canarias), con su "no" a la declaración de Rajoy. La ausencia del exgobernante resalta sobremanera cuando se coloca en el espejo a los dirigentes populares que sí comparecieron: Luis Bárcenas, José María Aznar, María Dolores de Cospedal, Esperanza Aguirre... No acudirá, precisamente, el máximo responsable del PP durante los hitos de la investigación.
Tras casi dos años de funcionamiento, la comisión de la financiación irregular del PP concluirá amputada, invertebrada, sin el postre que PSOE, Ciudadanos y Podemos previeron cuando la corrupción era "inaceptable".
"Es una vergüenza", dijo a los periodistas Toni Cantó, portavoz de Ciudadanos en la mentada comisión, cuando conoció la noticia. "Esto debía cerrarse con la presencia de Rajoy. Hacen como que discuten, pero luego se reparten los jueces y acuerdan cosas como esta", reseñó.
Txema Guijarro, de Podemos, retó al PSOE a descubrir su pacto: "¿A qué se debe este bandazo tan importante? ¿Han recibido amenazas?". Varias preguntas con una sola respuesta: ni Rajoy ni Sánchez darán explicaciones.