"Estamos preparados, más que nadie, ya tenemos a todos nuestros candidatos, si cambia el escenario y hay elecciones adelantadas, nos pillará con los deberes hechos". Ésa fue la justificación a finales de noviembre para convocar unas primarias en Podemos. Pero parecía más una presión a Pedro Sánchez para advertirle de que podían retirarle su apoyo en cualquier momento y forzar la caída del Gobierno. Y todo indica que así fue, porque mientras todos los partidos con aspiraciones llevan ya tres semanas de precampaña, los de Pablo Iglesias ni siquiera han convocado un acto público.
Bueno, sí lo habían hecho, por fin este lunes Noelia Vera y Pablo Echenique anunciaron el inicio de una ruta de presentación de candidatos que daría comienzo este sábado en Barcelona. Pero a última hora se ha desconvocado.
El inicio de la precampaña iba a ser a lo grande, con Echenique al frente, de la mano de Colau, presentando candidatos y proponiendo mensajes en el entorno que más le encaja a Podemos en esta legislatura: el del diálogo, el federalismo, el cambio de régimen, la república, las políticas sociales... y capitalizando los cuatro años de gestión de la alcaldesa más vendible -ya que con Carmena ni se hablan tras la espantada de Errejón-.
¿La razón de la suspensión? La confluencia catalana, la única con carácter autonómico que le quedaba a Podemos tras romper los valencianos de Compromís y los gallegos de En Marea, se está resquebrajando. Y la alcaldesa de Barcelona presidirá a las 12.00 horas de este sábado "una asamblea importante", a los pocos días de que de su seno se haya desgarrado Nova, la nueva plataforma nacida del ala de los "soberanistas", los independentistas que anidaban en Catalunya en Comú-Podem.
La escapada de Elisenda Alamany, hasta hace unas semanas portavoz de los comunes en el Parlament, amenaza con romper la amalgama reunida por Colau al calor de su bastón de mando en Barcelona. Después de la salida de Xavier Domènech "por razones personales" hace menos de seis meses, el liderazgo quedó descabezado y el rally electoral ha precipitado la ruptura, incubada desde el inicio.
Dentro de En Comú Podem habitaban "soberanistas" y "federalistas", todos con el objetivo de hacer políticas sociales y hallar una solución dialogada al conflicto catalán. Pero claro, el diálogo cada uno lo quería llevar a un objetivo distinto: la ruptura con España o un nuevo Estatuto dentro de una nueva estructura del Estado, ambas aspiraciones que trascienden, en todo caso, las capacidades de un partido autonómico.
Así que la asociación con Podemos a nivel nacional queda ahora pendiente de la redefinición del llamado "espacio del cambio" en Cataluña. Y, apunta un portavoz oficial, "es obvio que lo idóneo es hacer este acto mejor otro día".
Valladolid por Barcelona
El caso es que en Podemos no tenían controlada esa Asamblea de los Comunes, y la organización nacional programó el inicio de su carrera electoral en Barcelona sin contar con el calendario propio de Colau. Y el caos interno ha acabado con un pinchazo sonado.
El retraso del inicio de la precampaña rebaja el lustre mediático a la inauguración de la ruta este el domingo en Valladolid, plaza a la que en todo caso Podemos quiere darle peso, al ser Castilla y Léon la comunidad donde un escaño sale más barato pero donde unos miles de votos arriba o abajo por provincia dan una decena de escaños en total o ninguno.
Allí, Podemos quiere poner el foco para demostrar que "hay otros conflictos territoriales" más allá del catalán, los de las regiones abandonadas en inversiones y políticas de desarrollo. La estrella del acto será el diputado Rafa Mayoral, mucho menos mediático que Echenique, y en un escenario menos atractivo para los medios. A la espera de que regrese Iglesias de su baja, Podemos sigue demostrando falta de previsión.