Es la semana de la mujer. Y Podemos es el partido que más se ha significado como partido feminista. No ya sólo en sus estatutos, sino en su funcionamiento interno y en su discurso. Incluso ha cambiado su marca electoral al femenino por la de Unidas Podemos.
Era la semana elegida para anunciar el regreso de Pablo Iglesias, el 23 de marzo en un "acto multitudinario" en la plaza contigua al Museo reina Sofía. El secretario general al que tanto echa de menos la formación morada desde que hace tres meses se retiró de los focos de la política para irse la chalé a calentar biberones.
Precisamente por todo esto, el "error" cometido con la campaña elegida para anunciar su vuelta como un acontecimiento, con 17 días de adelanto, ha provocado un enorme enfado en el seno de Podemos. Sobre todo teniendo en cuenta el celo con el que se guardó el secreto de la fecha de su regreso y el esmero con el que se cuidó el anuncio: una filtración a La Sexta del cartel, una comparecencia de su portavoz adjunta en el Congreso, Ione Belarra, para darle marchamo de oficialidad, y una creatividad oficial y la extraoficial.
En Podemos se asume el error basado en un trabajo hecho con algo de prisa y en condiciones más precarias que en otras ocasiones. Sin embargo, según fuentes conocedoras de los procesos internos de comunicación del partido morado, aclaran este tipo de campañas siempre se preparan con tiempo. Nadie se arriesga a jugar con la imagen del secretario general sin que su equipo más cercano o el propio líder "dé su visto bueno, no es posible".
El mediodía de este miércoles era el momento elegido para hacer saber a todos los seguidores de Podemos que el líder regresaba al "encuentro con la gente". Y la cuenta oficial de Podemos en Twitter era la plataforma oficial de lanzamiento de un cartel con la silueta de Iglesias de espaldas ante una multitud pintada de morado, puño en alto y glorioso, con una sola palabra destacada: "vuELve".
En los pasillos de Princesa hubo divergencias sobre la fecha del anuncio, y no todos estaban de acuerdo con que ese "ÉL" tan marcado pudiera ser bien entendido en la semana de la mujer. Lanzado el lunes que viene, Podemos sólo arriesgaba a ser visto como un partido muy personalista. Pero eso ya se sabe... "Son los culebrones de este partido, y esta vez regalado desde dentro", admiten desde dentro.
Efectivamente, la creatividad gráfica, a medio camino entre el culto al líder y el machismo institucional, provocó inmediatas reacciones en las redes, todas ellas de rechazo. Y saltaron las alarmas.
Reacciones viscerales
La comunicación política hoy en día está construida en los entornos inmediatos de internet, que son caldo de cultivo para reacciones viscerales. Así que con comentarios negativos siempre se cuenta desde la jefatura de comunicación de Podemos -y de cualquier partido-, y más en cualquier mensaje que tenga que ver con Iglesias -que provoca rechazos tan potentes como las adhesiones-.
Pero en este caso se sumaban dos elementos: que todo el juego que el cartel estaba dando en las redes era negativo, para Iglesias y para el partido; y que lo era por una cuestión machista precisamente en la semana en la que Podemos más capitalización podía hacer de su condición de partido feminista.
La versión de que fue un error y de que Iglesias no había visto el cartel coincide con la estrategia de control de daños practicada tras la polémica: retirada del tuit y mensaje de disculpa del líder: "No me siento identificado con el cartel con el que hemos anunciado" el regreso, tecleó en su perfil oficial Iglesias.
Pero según otras fuentes, el problema ha estado en el día elegido, en plena semana feminista, en vísperas de la huelga del 8-M y cuando Podemos estaba tomando carrerilla.
Este lunes se anunció en rueda de prensa una iniciativa para reformar la Ley de Igualdad, y se lanzó a una candidata joven para competir con Íñigo Errejón por Madrid, Isabel Serra. Además, se guardó para su primer mitin la propuesta estrella de la semana: una "asignatura sobre feminismo para todos los colegios públicos", corroborada al día siguiente por Irene Montero, otra mujer y colíder de la formación en ausencia del jefe.
Una de las pruebas de que la campaña estaba institucionalizada desde hace varios días bien podría ser la cantidad de creatividades alternativas generadas en el canal Guerrilla de Telegram. Este grupo, sobre el que Podemos nunca ha admitido en público que tenga control, pero que trabaja en coordinación cronológica con sus campañas para alimentarlas -según confirman fuentes conocedoras del proceso-, es proveedor de material gráfico y argumental para los seguidores de la formación morada.
Así, paralelamente al lanzamiento del polémico cartel del "vuELve", la red de mensajería se había llenado de Gifs, memes y vídeos que, con mayor o menor humor, participaban del mismo argumentario: el líder y su regreso como acontecimiento esperado.
Ataviado como Supermán o en en el cartel de El retorno del Jedi, protagonizando un trailer de Juego de Tronos o remedando al "macho" Julio Iglesias, Pablo era ensalzado en una batería de envíos que empezaban a partir de las 13.49 horas... justo cuando Ione Belarra acababa de anunciar la noticia en La Sexta.