A día de hoy, PP, Ciudadanos y Vox no podrían exportar la fórmula andaluza al Gobierno nacional ni aunque quisieran. Las fuerzas que van del centro a la derecha ya no suman, a día de hoy, una mayoría suficiente para arrebatar La Moncloa a Pedro Sánchez. Desde que unieron sus escaños para hacerse con la Junta, el apoyo a este conglomerado de partidos ha decrecido cinco puntos. Estos datos se desprenden del último sondeo realizado por SocioMétrica para EL ESPAÑOL.
Los resultados que arrojarían las elecciones generales en caso de celebrarse hoy nada tendrían que ver con los de Andalucía el pasado diciembre. Ahora, Pedro Sánchez se alzaría como el más votado y se dispararía desde los 85 escaños hasta los 119-121. Aunque Unidos Podemos continúa en caída libre, sus 37-39 parlamentarios -actualmente cuenta con 69- y los reunidos por las formaciones separatistas apuntalarían una mayoría mucho más sólida que la que desplazó a Mariano Rajoy.
Desde que el Gobierno andaluz cambió de signo, PP y Vox siempre se han mostrado favorables a reeditar el pacto. Ciudadanos, en cambio, se ha sentido incómodo. Rivera pactaría con Casado, pero no con Abascal. Los liberales sólo aceptarían esa suma si no hubiera firma ni foto que les vinculara con la organización en el extremo derecho del tablero. Pero esta encuesta desmonta el debate porque Sánchez y sus socios sumarían hasta 185 diputados, casi diez más que los 176 requeridos para confeccionar una mayoría absoluta.
Para comprender la debilidad del bloque del centro derecha conviene desmigar los datos en función de la transferencia de voto; es decir, cuáles son los viajes que hacen las papeletas de un partido a otro.
Desde las europeas de 2014, debido en gran parte a la crisis del bipartidismo y a la proliferación de distintas ofertas electorales, la fidelidad en el voto es cada vez menor. El Partido Popular, por ejemplo, es quien menos consigue retener a los suyos. Tan sólo apoyaría a los conservadores un 44% de quienes lo hicieron en 2016. Un 22,2% se iría a Ciudadanos y un 22,5% a Vox. Como es lógico, camino del PSOE o Podemos no marcharía siquiera un 2%.
Ciudadanos disfruta de una mayor fidelidad que el PP. Volvería votarle un 53,5% de los suyos. Perdería un 8% en dirección a los conservadores y un 12% se dirigiría a Vox. Hasta un 17,10% se repartiría entre otras opciones políticas no definidas. El PSOE, según estos datos, se apropiaría del 7,7% de los que secundaron a Albert Rivera en 2016. Una cifra nada desdeñable y que no tiene parangón en la izquierda camino de la derecha.
El PSOE, y de ahí su fortaleza en caso de que se celebraran hoy las elecciones, disfruta de la mayor fidelidad entre los cuatro grandes partidos: un 69%. Un 7,1% viajaría en dirección al PSOE, algo que no le supondría a Sánchez ningún problema, ya que hasta un 24,5% de los votantes de Iglesias en 2016 acabarían en su partido.
En definitiva, y según la evolución del voto referida a los sondeos publicados por este diario, sólo hay dos curvas ascendentes desde que se celebraron las elecciones andaluzas. Una muy pronunciada, la del PSOE; y otra más leve, la de Vox.
Se han realizado 1.600 entrevistas del 5 al 8 de marzo de 2019, a ciudadanos con derecho a voto en cualquier municipio de España, a través de teléfono fijo (600), móvil (400) y panel online (600). La muestra está equilibrada en tres fases: autoponderación por provincia y tamaño de hábitat, equilibraje por sexo, edad y situación laboral, y una última ponderación por recuerdo de voto. El cálculo de escaños es por suma de escaños D`Hondt a una proyección provincial. El procedimiento está automatizado con macros SPSS, Barbwin, y Segmentanet e incluye controles de calidad internos y normativa CCI/ESOMAR y LOPD. Sociometrica es miembro de AEDEMO y ANEIMO.