La Junta Electoral Central (JEC) ha decidido denunciar a Quim Torra ante la Fiscalía por desobediencia -que podría desembocar en su inhabilitación- y ordenar a la Consejería de Interior de Cataluña que se encargue de la retirada -mediante los Mossos d'Esquadra- de los lazos amarillos, las esteladas y cualquier cartel con referencias separatistas o a los presos del 'procés' en edificios de la Generalitat antes de las 15 horas del viernes.
El órgano que arbitra los periodos electorales se ha reunido este jueves para valorar la respuesta al requerimiento para retirar la simbología independentista en pro de la neutralidad política en los edificios que dependen del Govern. En el Palacio de la Generalitat -no es el único espacio a examen pero sí el más representativo-, esa respuesta ha consistido en la sustitución de los lazos amarillos por otros de color blanco con una franja roja, al tiempo que se mantienen los mensajes de apoyo a los políticos procesados.
Ante esta evidente falta de cooperación, al JEC ha optado por poner en marcha las tres vías de actuación que tenía a su alcance: ha dado orden a Interior para que haga desaparecer los símbolos partidistas, ha abierto expediente administrativo al presidente de la Generalitat por no haber accedido a cumplir las órdenes -se juega una sanción de 300 a 3.000 euros- y ha dado el primer paso en la vía penal enviando las diligencias a la Fiscalía.
Antes de reunirse, la JEC ha recibido un informe de la Delegación del Gobierno en Cataluña con una descripción detallada de la situación en cada uno de los edificios que dependen del ejecutivo autonómico, caso por ejemplo de las distintas consejerías.
También previo a la reunión, Torra ha remitido una carta a la JEC en la que recalcaba: "A fecha de hoy, y tal y como solicita el acuerdo de la JEC de 11 de marzo de 2019, y como es público y notorio, no hay esteladas o lazos amarillos en las sedes de la Generalitat de Cataluña".