Vox ha decidido finalmente dejar caer a Fernando Paz, su candidato homófobo. La formación de Santiago Abascal confirmó este jueves que el que iba a ser número uno al Congreso por Albacete presentaba su “renuncia irrevocable” como candidato de Vox por la citada provincia.
Desde el lunes, cuando se confirmaba la incorporación del escritor Fernando Paz a las filas de la formación verde, no dejaban de salir a la luz numerosas declaraciones ofensivas contra los homosexuales, así como distintos comentarios que minimizaban el Holocausto u otros donde realzaba la figura de Franco como el artífice de la Transición.
La controvertida hemeroteca, desconocida por Vox -según han llegado a reconocer-, generó multitud de críticas hasta que la situación se volvió insostenible y a la dirección no le quedó otra opción que mover ficha anunciando la dimisión de su candidato por Albacete.
La reprobación a las opiniones de Fernando Paz procedían en su mayoría del exterior, pero también hubo censura dentro de los órganos del partido, incómodo con alguno de los postulados de Paz, sobre todo los que más tenían que ver con relativizar la matanza judía del régimen nazi de Hitler.
"Declaraciones negacionistas"
El antisemitismo ha sido precisamente el punto que más comprometía a Vox. De hecho, este miércoles la Federación de Comunidades Judías de España lanzó un comunicado criticando a Paz por sus “declaraciones revisionistas y negacionistas del Holocausto”, que tildaban de “lamentables e inaceptables”.
La comunidad judía, que representa a más de 40.000 judíos españoles, recordaba a Paz que había calificado de “farsa” los juicios de Nuremberg a los jerarcas nazis y había cuestionado el asesinato de 6 millones de judíos. "En cualquier país de Europa donde se ha hecho justicia sobre este traumático capítulo de la Historia, es inadmisible que una persona con este pensamiento se postule para un cargo de representación pública", manifestaban en su nota.
El apoyo de EEUU, en riesgo
Y al final Vox ha tomado nota de la queja de los judíos. No se trata de una cuestión trivial para el partido. A principios de marzo, el vicesecretario de Relaciones Institucionales de Vox, Iván Espinosa de los Monteros, viajó a Estados Unidos en busca de apoyos políticos y financieros. Durante su gira, el dirigente se reunió con dos altos cargos del Gobierno de Donald Trump para dar a conocer su proyecto, así como con distintos miembros del Partido Republicano. El soporte norteamericano, un país en el que son firmes defensores de Israel, podría correr peligro si la candidatura de Paz seguía adelante. Pero su marcha este jueves calma las aguas y permite al partido de derecha radical dejar atrás cualquier titubeo con respecto al asunto judío.
De cara a la galería, sin embargo, Vox no asumía la renuncia como un error, sino que agradecían "la altura de miras" y el "gesto patriótico" del controvertido historiador. Así lo hacían saber a los medios a través de un comunicado difundido en WhatsApp y replicado después en Twitter. Hasta en Vox reconocían que la salida de Paz se producía "para no perjudicar este proyecto".
Y el hasta ahora aspirante a ocupar un escaño en el Congreso también respondía en redes sociales. "Sin que nadie me lo haya pedido -subrayaba-, he comunicado a los órganos pertinentes del partido mi renuncia irrevocable".
En su hilo de renuncia, Paz denunciaba una “cacería mediática, inspirada por la izquierda y apoyada por otros medios, todos ellos preocupados por el auge imparable de Vox” y anunciaba que se querellaría contra todas las “personas que han colaborado en el linchamiento mediático del que he sido objeto, manipulando declaraciones y atribuyéndome toda suerte de barbaridades”. “Tendrán que responder de ello ante los tribunales”, avisaba.