Pablo Iglesias ha tomado ya velocidad de crucero en la precampaña cuando no hace ni una semana de su reincorporación al escenario político. Si en su mitin del Reina Sofía y en días posteriores puso el foco en los grandes empresarios y dueños de medios, el caso Villarejo y Cataluña han centrado el grueso de sus declaraciones en las últimas horas. Es por esto que su entrevista en TV3 este viernes cobraba mayor interés, especialmente después de confirmar horas antes en la Cadena SER que Podemos llevará en su programa un referéndum que contemple "todas las opciones", incluida, claro, la independencia.
La primera pregunta ha versado sobre la propia TV3, sancionada por la Junta Electoral Central al emplear expresiones como "presos políticos" o "exiliados" para referirse a los líderes del 'procés' en el banquillo o en el extranjero. "Es terrible y ridículo. Es como si al diario ABC le prohíben llamarnos 'populistas'", ha opinado Iglesias, que ha obviado el carácter privado de ese medio. Para el dirigente, además, "es evidente que son presos políticos".
Sin abandonar estrictamente la televisión, también se ha referido Iglesias a la fallida entrevista a Josep Borrell en la alemana Deutsche Welle. A su parecer, le faltó cintura al ministro: "El señor Borrell es muy inteligente, pero tiene muy mal genio. Cuando uno ocupa un cargo público, hay que tener las espaldas anchas y responder a todas las preguntas, te gusten o no".
Ya en clave estrictamente electoral, cree Iglesias que su formación ha sido "muy valiente" por "decir siempre lo mismo" tanto en Barcelona como en Madrid o el resto de España en relación con la crisis territorial. "Aspiramos a construir un país en el que quepa una nación que se llama Cataluña", ha proclamado, "aunque no resulte lo más sexy en una campaña", ha añadido.
Debate electoral en Soto del Real
A continuación, ha avalado el debate en prisión, concretamente en la de Soto del Real, a petición de Jordi Sànchez, cabeza de lista de JxCat: "Creo que cualquier debate es positivo. Me parecería muy bien que se diera, incluso en esas circunstancias. Normalicemos que nuestro Estado vive en un estado de excepcionalidad".
Iglesias ha defendido asimismo sus reuniones en la cárcel con, entre otros, Oriol Junqueras, y lo ha hecho poniendo el siguiente ejemplo: "Si (Pablo) Casado o (Albert) Rivera estuvieran en la cárcel por corrupción y hubiera que hablar con ellos porque son los interlocutores de sus partidos, iría a la cárcel a hablar con ellos".
Preguntado por el fugado Carles Puigdemont, sobre si tiene previsto visitarlo, ha respondido que no, aunque admite que han hablado por teléfono "unas cuantas veces".
Serio y contundente, Iglesias ha sostenido que el juicio al 'procés' "es una imagen terrible para la democracia española, algo que se tenía que haber gestionado desde la política y se ha judicializado". Para él, sin rechazar que pudiera tener igualmente consecuencias penales, se trataría en todo caso de "un ejercicio de desobediencia" y no los delitos por los que se piden penas que le parecen "una barbaridad".