Saltó la sorpresa política cuando en la noche del sábado a eso de las 21.00 horas un enorme proyector de alta precisión comenzó a lanzar los papeles de Bárcenas durante dos horas sobre las paredes de la Casa de la Panadería de la Plaza Mayor de Madrid. La "performance" formaba parte de una estrategia de comunicación de Podemos desarrollada en pasos muy medidos desde que Pablo Iglesias regresó a la vida política el pasado 23 de marzo.
La impactante acción tenía en este caso el valor añadido del silencio y la sorpresa, pero por supuesto hacía falta saber quién estaba detrás. Necesario para confirmar cuáles eran las intenciones del promotor y, en caso de ser un partido político haciendo propaganda contra los demás, si contaba con los permisos pertinentes.
Y es que la Ley de Régimen Electoral General, en su artículo 53, prohíbe expresamente "la realización de publicidad o propaganda electoral" en cualquier soporte tradicional -carteles o inserciones en prensa- "desde la convocatoria de las elecciones hasta el inicio legal de la campaña". El texto legal aclara que no podrá "justificarse dichas actuaciones por el ejercicio de las actividades ordinarias de los partidos".
Y efectivamente, la acción de Podemos es una "campaña": contra el PP, evidentemente; pero también contra Ciudadanos y el PSOE, rechazando una coalición entre esos dos partidos tras el 28-A: "Eso también es un gobierno de derechas", aseguró Irene Montero.
Las redes afines a Podemos, sus trolls bautizados como Guerrilla 2.0, han elaborado materiales en esta semana en consonancia con la campaña contra los medios y las "cloacas del Estado" denunciadas por Podemos, en las que incluye incluso al Gobierno "cobarde" de Pedro Sánchez y a su ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska.
Cuando en la mañana del domingo Podemos reivindicó la intervención nadie se sorprendió, pero la indignación se pudo expresar más en alto.
Los tres candidatos confirmados aspirantes a desbancar a Manuela Carmena del Ayuntamiento de Madrid, José Luis Martínez Almeida (PP), Begoña Villacís (Cs) y Pepu Hernández (PSOE) critricaron el uso de un edificio público para esta "guerra sucia", "tramposa" y que "no parece legal". El popular incluso anunció un recurso ante la Junta Electoral Provincial.
Villacís por su parte, ha pedido que se aclare "si tenían todos los permisos, quién se los dio y cómo". El socialista Hernández ha calificad de "tramposa" la acción: "Si realmente se confirma que se han utilizado instituciones para dar mensaje electoral me parece muy mal y habrá que ver qué dice la Junta Electoral".
El Ayuntamiento dice "no"
Una vez desatada la polémica, el Ayuntamiento de Madrid emitió una nota pública en la que aseguraba que la proyección no contaba con autorización "expresa" del Consistorio. Pero la bronca promete enconarse, ya que fuentes de la dirección de Podemos aseguran que tenían "todos los permisos" para la proyección. "Hay quien dice que el permiso era preliminar", explica una portavoz del partido morado, "pero no es así, lo tenemos todo en regla".
En el vídeo se podían ver imágenes de los conocidos como papeles de Bárcenas con las anotaciones del extesorero del PP sobre supuestos pagos a M.Rajoy o R.Rato, entre otros.
Ante las negativas de la empresa Snake Producciones, que produjo el 'video-mapping' a explicar quién la había contratado durante al menos 12 horas, Podemos esperó a la mañana de este domingo para hacerse públicamente responsable. Al mismo tiempo, lanzaban en sus redes un apoyo a la campaña bajo el lema "Que no vuelvan".
Líderes de la formación como el propio Pablo Iglesias, Irene Montero o el cofundador Juan Carlos Monedero se unieron a la misma en su Twitter, en incluso ocn declaraciones públicas: "Es bueno que las paredes digan la verdad, que no queremos un gobierno de derechas, que no queremos que vuelvan los mafiosos", dijo en La Coruña.
Edificio protegido
El caso es que Podemos no presenta lista al Ayuntamiento pero se la tiene jurada a Carmena por sus políticas "personalistas", su decisión de no concurrir con Ahora Madrid y montar su propia plataforma "cuando Manuela nunca habría sido alcaldesa sin nuestro apoyo" y, sobre todo, desde que Íñigo Errejón dio la espantada aquel 17 de enero y se fue con ella.
El consistorio insiste en que el concejal-presidente de la Junta Municipal del Distrito Centro, Jorge García Castaño, no había firmado la autorización para la proyección de este vídeo. Si bien había una "autorización preliminar" de un técnico del Ayuntamiento -porque la documentación estaba "en regla"-, la ratificación "expresa" no se había producido.
Tiene sentido que los plazos se estuvieran dilatando. Hay que recordar que la Casa de la Panadería está en el catálogo de edificios protegidos de la Comunidad de Madrid, por lo que la institución autonómica tendría que haber sido consultada. Así lo ha recordado el popular Almeida, que presentará este lunes una queja ante la Junta Electoral y dará traslado al Gobierno autonómico.
El edificio, que data de 1674, tiene catalogación Singular Nivel 1 y está declarado Bien de Interés Cultural en el Catálogo de Patrimonio Histórico. La Junta Electoral deberá pronunciarse sobre este extremo y sobre este tipo de propaganda en periodo electoral. El Ayuntamiento se defiende, según Efe, alegando que en este tipo de autorizaciones el Consistorio "sólo se responsabiliza del acto en la vía pública y nunca del contenido del mismo".
Añade la Casa de la Villa que "en el expediente" referido "no constaba nada ni del video ni del contenido". Con todo, el Ayuntamiento procederá "a la revisión del expediente de dicha autorización preliminar y el expediente definitivo" para "clarificar" las circunstancias.