Lo sorprendente de este macroCIS no es el resultado que ha dado, sino que por fin su presidente, José Félix Tezanos, se ha acercado a lo que decían las encuestas de empresas de sociología electoral privadas... Es decir, que la realidad generada por el Centro de Investigaciones Sociológicas desde que el pasado mes de julio se estrenó bajo el mando del todavía militante socialista -luego pidió la baja- ha hecho su trabajo: "Es la teoría del caballo ganador", explica un experto a EL ESPAÑOL. "Tezanos ha coronado a Pedro Sánchez desde hace nueve meses jugando con los datos a conveniencia".
Lo que quiere decir este especialista es que todavía en esta encuesta, en la que por primera vez Tezanos ha aplicado "cocina" para poder hacer una estimación de escaños, "ha seguido manipulando con leves retoques sobre los datos reales". Y así, explica, apuntalar sus barómetros publicados desde la llegada de uno a Moncloa y del otro -de su mano- al CIS, en los que el PSOE siempre ha rondado un 30% de previsión de voto que hasta este mes no le concedía ningún sondeo privado.
A falta de sólo 19 días para las elecciones generales del 28-A, el macrosondeo atribuye al PSOE de Pedro Sánchez un 30,2% (123-138 escaños) y al PP un 17,2% de los votos y entre 66 y 76 diputados. Unidos Podemos caería hasta los 28-34, con el 12,3% de los votos, a la quinta plaza (si bien habría que sumar los 5-7 escaños de En Comú Podem, con el 0,6% de votos, que Tezanos muestra por separado). Ciudadanos pasaría al tercer puesto, con 13,6% y una horquilla del 42-51 escaños. Vox adelantaría al partido de Iglesias en escaños (entre 29 y 37) con el 11,9% de los votos.
La última vez que un partido acumulaba tanta ventaja al inicio de una campaña electoral fue en 2011. Entonces, Mariano Rajoy (46,6% de intención de voto) arrancó la campaña con un CIS a favor sobre Alfredo Pérez Rubalcaba (29,91%) aún en mayor grado que en este caso. Finalmente, esa distancia de 16,7 puntos fue prácticamente la misma que dieron las urnas (44,65% frente al 28,76%).
La supervivencia
La consecuencia de este resultado es que, confirmada ya esa victoria holgada de Sánchez, lo único que queda por dilucidar es quién de los dos candidatos que pugnan por el liderazgo del centro derecha va a hacerse con ese puesto... y la honrilla que otorgue. Es ya un duelo de perdedores, una especie de primarias si nos atenemos a lo lejos que quedan tanto Pablo Casado como Albert Rivera de los resultados del líder del PSOE.
Según el CIS, juntos PP y Cs suman sólo seis décimas más que el PSOE en solitario. Y en escaños, los 118 que sumarían sumando las medias de las horquillas que ofrece el barómetro (71 y 47) quedan muy lejos de los 131 atribuibles a los socialistas. De hecho, ni los acercaría a la mayoría el pacto a la andaluza que sumara los previsibles 33 escaños para Vox, en el extremo derecho del tablero político: ese acuerdo a tres se quedaría en 151 diputados.
A esa enorme distancia se añade el último "empujoncito" de Tezanos, según explica este experto sociólogo al habla con este periódico: generar una falsa sensacióin de apelotonamiento entre los partidos del centro y la derecha que los aboque a la pelea entre ellos por evitar fugas de voto en esta recta final.
Utilizando la muestra del propio CIS, "que es buena, quizás algo sesgada a la izquierda, pero muy buena", una corrección tradicional de las respuestas espontáneas utilizando el recuerdo de voto "le da de más al partido de Santiago Abascal exactamente los mismos 2,9 puntos que le da de menos al de Pablo Casado". Es decir, que el CIS reduce la distancia entre PP y Vox en casi seis puntos: "De un 20,1% contra el 9,0% a una fabricación intencionada de 17,2% frente al 11,9%".
Cuando el pasado 26 de marzo, Rivera ofrecía el público un pacto para montar un gobierno de coalición a Casado quedaban dos semanas para que se publicara este superCIS de 16.800 entrevistas. Ahora, la nueva realidad generada es que lo que debe hacer es preocuparse porque no haya sorpasso de Abascal.