Al aproximarse las elecciones en España cada vez se desvelan más los verdaderos rostros e intereses de los que aspiran al poder, minuto a minuto del quién es quién, y quién irá contra quién al coste que sea. Son tiempos duros y feos para España, lo estoy sopesando horrorizada. Gestos, verbos, manoteos, muecas, expresiones de menosprecio, o sea, lo que va con los tiempos, ese horror diario del monstruo en el que se ha convertido la sociedad actual, totalitarista e ignorante, violenta, corrosiva y ladrona. Malabarismo del ser humalo, que no humano, para mantenerse en el candelero al precio de la injusticia.
He visto espantada este vídeo. Ocurrió en la Universidad Autónoma de Barcelona donde alrededor de doscientos estudiantes separatistas, dicen, acosaron a una mujer, Cayetana Álvarez de Toledo.
Al contemplar cuidadosamente el vídeo me estremecí, conozco estas reacciones vergonzosas. Las viví en Cuba en el año 1980 cuando las protestas en contra de los “gusanos”, “la escoria”, en contra de los que se colaron en la Embajada del Perú y después se irían del país por el Puerto de Mariel, y contra los que arremetieron, personas indefensas, cubanos ávidos de libertad.
La mayoría eran profesionales, ingenieros, arquitectos, médicos, aunque Fidel Castro se empeñó en llamarlos “escoria, gusanos”… Y el pueblo fidelista, ah, ese pueblo oportunistamente comunista cuya faena rencorosa nos ha conducido a más de seis décadas de tiranía, clamaba airado, ejerciendo el odio en toda su malsana oscuridad, contra los indefensos que dejaban detrás de sí a sus familiares queridos, toda una vida de sacrificios. Todo, en una palabra.
Cuando 200 individuos se aglutinan de la manera en la que lo han hecho, contra una mujer que ha ido a hablarles, a especificarle sus proyectos políticos de frente y de cara a las futuras elecciones, debe ser porque esa mujer lleva muchos valores en ella, o sea demasiadas verdades. Y estas ratas no podrán soportarlas. Aunque de semejante bajeza ni las ratas, creo.
Urge poner fin a todo este oprobioso ambiente que sólo conducirá a los destinos de Cuba y Venezuela
Al fijarme en el vídeo, al detenerlo y estudiar los insultos, lo único que puedo sacar en claro es la magnitud del odio comunista-separatista, de la misma matriz, de idéntica inquina rabiosa que condujo a la izquierda a fomentar dictaduras, a multiplicar campos de concentración tan horrendos o peores que los de los nazis (lo que nadie se atreve a afirmar, pruebas mediante que las hay, como hay que decirlo ya una vez y por todas), a procurarle a la humanidad la vergüenza y el dolor de más cien millones de víctimas. Y sin arrepentimientos, sin una decencia de perdones y remordimientos.
No, al contrario, cada vez se sienten con más derechos de aplastar al rival, de humillarlo, de golpearlo, y de matarlo si es que se les da el caso. Como se han dado en múltiples ocasiones, en infinidad de veces en Cuba.
He sido víctima de esos crueles ataques como el que se muestra en el vídeo, no sólo en Cuba, en España, en Francia, en Argentina, en Israel, y allá a donde he ido a exigir lo que Cuba merece desde hace ya muchísimo tiempo, su libertad.
Urge que se produzcan en España actos solidarios multitudinarios en contra de estos horrores. Urge que los movimientos feministas de derechas, que existen, salgan en defensa de Cayetana Álvarez de Toledo, y de todas las personas de bien, que no merecen que estos espectáculos lamentables sucedan en pleno siglo XXI.
El miércoles fue contra Rocío Monasterio, pocas horas más tarde en contra de Cayetana Álvarez de Toledo. De ahí a la lapidación islamista que los comunistas, por cierto, no condenan jamás, no hay más que un paso.
Urgen la cordura y la coherencia. El gobierno de Pedro Sánchez azuza, instiga, enrabieta. Urge que ese gobierno que no atiza más que al odio se largue, y que gane una derecha que pueda poner fin a todo este oprobioso ambiente que sólo conducirá a los destinos de Cuba, Venezuela, Bolivia y Nicaragua.