En Youtube, José Manuel Egea es "el mejor competidor de kárate de todos los tiempos". En el Ayuntamiento de Leganés, se trata de un concejal de Ciudadanos que intentará conquistar la alcaldía el próximo 26 de mayo. Ganó tantos trofeos que volvió loco al autor de su ficha en Wikipedia. "No sé quién es, pero ha cometido algunos errores", sonríe. El titular correcto sería el siguiente: siete veces campeón del mundo -una de ellas por equipos- y rey de Europa en trece ocasiones -cuatro con la Selección-.
-Usted tiene que repartir de una manera...
-Bueno, todavía mantengo el récord, no hay nadie con más mundiales. Ahora compite un azerbayano que tiene cinco, pero creo que está a punto de retirarse.
Egea (1964) sigue entrenando dos o tres días por semana y aprovecha las vacaciones para impartir cursos en el extranjero. Seleccionador nacional durante seis años, también recibió la medalla de la Real Orden al mérito deportivo.
Entró en política en 2015 y ya conoce de sobra los vinagres de la profesión. Bromea y dice que a veces le entran ganas de irrumpir en el pleno con el cinturón negro: "La dialéctica es muy fuerte. Yo intento ser lo más respetuoso que puedo. Llevo muy mal la falta de ética. El kárate es un arte marcial, donde el respeto y la educación tienen una importancia capital. La política, en cambio, está muy sucia".
-¿Sus adversarios le gastan bromas referidas a su anterior actividad?
-Bueno... Alguna sí. Suelo escuchar cosas como 'a ver quién le contesta a éste, que como se líe a mamporros...'. O de este estilo: 'Venga, José Manuel, parte un par de ladrillos'.
Con 19 años, ganó su primer campeonato del mundo. Subió corriendo a la habitación del hotel, se miró al espejo y se dijo: "¡Si soy un puñetero crío!". Desde entonces, no paró de vencer. Egea es de esos pocos deportistas que alcanzan una destreza tan desbordante que les obliga a enfrentarse a sí mismos: "Da igual que ganara, a veces no me quedaba contento. Sabía que podía hacerlo mejor".
A pesar de ser el homólogo de Messi o Cristiano Ronaldo en el mundo de los tatamis, sufrió las penurias de lo que popularmente se conoce como deporte "minoritario". Un adjetivo que no debería asociarse al kárate, teniendo en cuenta que es una de las disciplinas que más licencias aúna en España.
-¿Qué pensaba de los políticos entonces?
-Yo era un privilegiado porque, después de ganar tantos títulos, me daban portadas, tenía patrocinadores... Aunque es verdad que la escalada económica fue muy difícil. Creía que los políticos estaban al margen de la realidad. Se notaba que no sabían lo que es ser autónomo y deportista de élite a la vez. PP y PSOE no van a cambiar esa percepción, pero nosotros vamos a intentarlo.
Una beca a "promesas"... para el campeón del mundo
Cuando José Manuel Egea se proclamó el mejor en lo suyo de los cinco continentes, no podía vivir del deporte, a pesar de que le dedicaba todo su tiempo. "Empecé a hacerlo cuando gané el segundo o tercer mundial", recuerda. Entre risas, evoca esta circunstancia: "Ya era triple campeón del mundo, pero la ayuda que me daba la Comunidad de Madrid era una beca a promesas".
"Mirábamos con envidia sana al fútbol y al baloncesto. El kárate también es un deporte muy sacrificado. Requiere un esfuerzo físico y mental tremendo. Un jugador de un equipo fuerte de Primera División gana más en un año que nosotros en toda una vida", relata.
-Hemos hablado de las bromas que le gastan los políticos, pero ¿qué le dicen sus ex adversarios del tatami?
-No te lo voy a negar. La gente está muy encendida. Más de uno, en plan de coña, me dice: 'A ese, cuando le veas, dale una buena hostia'. Yo nunca he sido de meterme en broncas o en problemas.
Los candidatos, en el tatami
Egea acepta de buen grado un reto: imaginar qué sería de Sánchez, Iglesias, Casado y Abascal en un tatami.
-Empecemos por el presidente del Gobierno.
-Sería imprevisible. No sabría por dónde iría. Además, no tiene escrúpulos. Con tal de ganar... Ya hemos visto que negocia con cualquiera.
-¿Santiago Abascal?
-Ese show que hace rodeado de guardaespaldas... Me parece un poco prepotente. Los que van así, muy estirados, luego no son los más peligrosos. Se les descifra rápido. Preferiría encontrarme con él antes que con Sánchez.
-¿Pablo Iglesias?
-Es muy repetitivo. Siempre con lo mismo. Sería fácil predecir sus golpes. Ha engañado a su propio electorado y así le va.
-¿Pablo Casado?
-Es algo altivo, un poco engreído. Le hemos tendido la mano, pero no pone los pies en la tierra. Después de lo que ha pasado con tantísimos compañeros suyos y la corrupción... Debería agachar la cabeza. Prefiero que siga así, ganaremos más votos.
-Oiga, ¿y qué pasa con los independentistas?
-¡Con ellos sí que me gustaría mantener un buen combate! Rufián, Torra... Pobres de ética. Humillan a la gente, no entran dentro del fair play. Nunca los llevaría a la Selección. Agredir verbalmente es la mayor prueba de la inseguridad que padecen. Tengo mucho aprecio a los payasos, pero no tanto a los bufones. Ellos son grandes bufones.