En la semana decisiva para las elecciones de este domingo no se podrán publicar encuestas de intención de voto, a causa de la ley electoral. Esta herramienta, clave para conocer las tendencias sí la tendrán disponibles los partidos, a cuyos comités de campaña les permitirá ir modulando el mensaje a partir de este lunes, última fecha para dar a conocer públicamente los datos. Y, según el promedio de encuestas de todos los medios, la lucha por la mayoría absoluta no podría estar más enconada.
Con la victoria electoral del PSOE prácticamente dada por descontada, la media de los sondeos coloca a Pedro Sánchez en 127 escaños, lo cual es una enorme alza desde los 84 con los que cuenta en la actualidad en el Congreso de los Diputados. El 26-J de 2016 fue la peor fecha en las urnas de la historia socialista y desde entonces, la formación ganaría 43 escaños -un alza superior al 50%- y elevaría su porcentaje de voto desde el 22,6% al 29,4%, casi siete puntos.
La fragmentación del voto de la derecha en tres opciones es la que hace ganar al bloque de izquierdas, según estos datos. Sumando los apoyos de los partidos de Pablo Casado, Albert Rivera y Santiago Abascal alcanzan el 45,7% del apoyo electoral -agregando el 0,4% de la coalición Navarra Suma, que aglutina a PP, Cs y UPN-. Mientras que los de Pablo Iglesias y los de Sánchez, agregados, se quedan en 42,7%. Es decir, hasta 3 puntos más de socialistas y morados juntos.
La subida espectacular de Sánchez -ganando con ventaja sobre el segundo y esquilmando a Iglesias- es la que lo coloca de nuevo cerca de la Moncloa. Porque su suma con Unidas Podemos, que tendría 34 diputados gracias a su 13,3% de intención de voto da una suma de 161 escaños, uno más que el bloque que forman el centro y la derecha. PP, Ciudadanos, Navarra Suma y Vox sumarán, según este último promedio de sondeos, 160 parlamentarios. Y, sin embargo, tendrán mayor porcentaje de voto que el bloque de izquierdas.
Los bloques permanecen
De este modo, Sánchez logra que el descalabro de Unidas Podemos no le lastre en su carrera hacia revalidar en la Presidencia del Gobierno. Porque la candidatura morada cae estrepitosamente tanto en escaños -desde los 69 a los 34- y, sobre todo, en porcentaje, perdiendo casi ocho puntos desde el 21,1% de 2016 al 13,3% que le otorga esta media de encuestas.
Porque la distribución por bloques, en realidad, no ha cambiado casi nada desde 2016. Aquel 26-J, los socialistas y los morados sumaban incluso más porcentaje de voto (43,7% frente al actual 42,7%). Mientras, el PP, Cs (UPN entonces se presentó en coalición con los populares) un 46,08%, sólo cuatro décimas superior al actual 45,7%.
Y es que la ley electoral prima al partido ganador en cada circunscripción. Así le pasó al PP de Mariano Rajoy en la cita electoral de hace ahora tres años. Entonces, los populares sumaron un 33,03% del voto y 137 escaños. El promedio de sondeos -aprovechando el último tracking electoral de SocioMétrica para EL ESPAÑOL como dato más pegado a la actualidad- deja a los de Casado en un 20,3% (casi 13 puntos menos) y 82 diputados.
El promedio de encuestas vaticina, entretanto, una tendencia al alza de Ciudadanos, que crece más de punto y medio del 13,05% de 2016 al 14,7%. Pero el hecho de que consolide su tercera posición en casi todas las circunscripciones lo hace subir en representantes en el Congreso, pasando desde los actuales 32 a los 49 diputados.
Todo esto deja la llave de la Moncloa, de nuevo, en manos de los separatistas como anticipaba el último tracking electoral de EL ESPAÑOL, publicado este mismo lunes. El compromiso de los independentistas catalanes de ERC y JxCat de apoyar a Sánchez ya le aseguraría la investidura. Y es que los de Oriol Junqueras, según este promedio de encuestas, alcanzarán 13 escaños, y la candidatura auspiciada por Carles Puigdemont tendrá 5 diputados.
El resto de partidos, según la última media de sondeos que se puede publicar en cumplimiento de la Ley de Régimen Electoral General, dan al PNV 6 parlamentarios, 2 a EH-Bildu y Compromís y 1 a Coalición Canaria.