Vox ha vuelto al escenario en el que dio el pistoletazo de salida a la campaña: la madrileña Plaza de Colón. Y lo ha hecho exhibiendo –una vez más- músculo electoral. Entre gritos de “presidente, presidente”, Santiago Abascal se daba un baño de masas en este emblemático lugar, uno de los favoritos de los simpatizantes de la “España viva”, dando así carpetazo a quince intensos días de mítines a lo largo de geografía nacional. La alta movilización registrada en sus actos, con aforos completos en casi todas las plazas visitadas, ha sido una de las principales señas de su exitosa campaña.
Esa extraordinaria capacidad de convocatoria, muy superior a la del resto de partidos, la han demostrado de nuevo este viernes en Madrid, con un lleno hasta la bandera. Más de 20.000 personas, según la organización.
Abascal, arropado por su núcleo duro -Javier Ortega Smith, Iván Espinosa de los Monteros y Rocío Monasterio- ha advertido que el “28 de abril nos jugamos el rumbo de España”. “Decidimos lo más importante, o el pacto de la traición o una alternativa patriótica. O la disgregación o la continuidad histórica de nuestra patria. O la miseria socialista o la prosperidad de nuestros hijos y de nuestros nietos. O la dictadura progre o la libertad de los españoles. Y más claramente el 28 de abril elegimos o la anti España o la España viva”.
Durante su discurso, Abascal ha querido ironizar sobre el “machismo” del cuento de Caperucita Roja. “Los progres dicen que es un cuento machista y animalista y a favor del cazador. Y además, un cuento que no permite la eutanasia para que la abuela no moleste”. Según el dirigente de Vox, Caperucita “representa los mejores valores”. “Vamos a seguir enseñándoselo a nuestros hijos sin aceptar los valores de las feminazis”.
Una hora antes de que comenzara el mitin del líder del partido, una activista de Femen con el torso desnudo irrumpió por sorpresa en el escenario de Colón de Madrid. La mujer, que ha sido desalojada de inmediato por el servicio de seguridad, estaba acompañada por otras dos activistas que no han conseguido acceder hasta el escenario.
Monasterio: “Disolveremos a los mossos traidores”
Antes de que irrumpiera Abascal, salió al escenario la “futura presidenta de la Comunidad de Madrid”, Rocío Monasterio. Con un público entusiasmado, al grito de “viva España”, “a por ellos, oe” o el ya clásico “Puigdemont, a prisión”, la candidata madrileña sentenció que “a la dictadura progre le quedan menos de 48 horas”. “Con vuestro voto, sacaremos del Congreso a los enemigos de España. Pararemos el golpe e ilegalizaremos a los partidos independentistas. Disolveremos a los mossos traidores de España y devolveremos a España la dignidad”, aseguró.
Momentos después habló Javier Ortega Smith, “el que junto a Abascal más kilómetros ha hecho esta campaña”. “Es el abogado. Lleva muchos años luchando contra el nacionalismo”, lo presentó Espinosa de los Monteros. “El domingo comenzará una segunda Transición en España. Nos llevará del poder absoluto de los partidos a la recuperación autentica de la soberanía nacional en el pueblo español”, señaló Ortega Smith. “Vamos a ir a rubricar el irrenunciable compromiso de defender a España y la libertad”.
Además de los rostros más conocidos del partido, también pronunció un breve discurso Nerea Alzola, número uno al Congreso por Vizcaya.
Lleno absoluto
En todos las plazas que ha visitado Santiago Abascal durante estos 15 días, Vox ha firmado un llenazo absoluto. Los pabellones se quedaban pequeños para la formación de derecha radical. Las encuestas, que no preocupan demasiado a los mandos de Vox, los sitúan como quinta fuerza. Ellos están convencidos de que la irrupción será mayor. En palabras del propio candidato de Vox, “da un poco igual conseguir 9 o 99 escaños. Vox ya ha ganado”. “Ya nada va a ser igual el 28 de abril”.
Colón se ha convertido en uno de sus lugares preferidos. Allí, a los pies del monumento a Blas de Lezo, la formación verde celebró la pegada de carteles hace ahora dos semanas. El almirante es, junto a la reina Isabel la Católica, una de las figuras históricas que con más afán reivindican los de Abascal.