El secretario general del PP ha sudado la camiseta esta campaña y ha sido desde su victoria en las primarias uno de los mayores apoyos, si no el mayor, de Pablo Casado frente a la amenaza de Cs y Vox en el centro-derecha. Como 'número 2' del partido, no puede sin embargo estar al margen del descalabro histórico del partido, que ha perdido más de la mitad de sus escaños respecto a 2016.