Esperanza Aguirre no se ha cortado al pedir a PP y Ciudadanos que dejen gobernar al PSOE en solitario, al menos para evitar que Podemos, "extrema izquierda", entre en el Gobierno: "A mí no me parecería mal", ha dicho sobre una posible abstención de PP y Cs para un gobierno monocolor del PSOE.
"No se puede aceptar un partido de extrema izquierda", ha dicho sobre Podemos y su entrada en el Ejecutivo. "Este sí lo es, son comunistas, republicanos, están en contra de la Constitución. Salvo ahora que sale Iglesias como si fuera su libro de cabecera. A mí me parece que es lo que hay que evitar. Que Sánchez no tenga que hacer ningún pacto con Podemos. Sánchez ha podido gobernar con 84 escaños y puede hacerlo con 123. Que se le pueda facilitar de una manera o de otra", ha pedido.
Ha explicado, en declaraciones a Radio Nacional de España, la debacle del PP remontándose a la presidencia de Mariano Rajoy: "Lo que le ha hecho daño al PP es que en el año 2008 Rajoy dijera que los liberales y conservadores nos fuéramos al partido liberal y conservador". La expresidenta madrileña ha asegurado que así fue, que unos se fueron a Ciudadanos y otros a Vox, al igual que los votantes.
Ha matizado que ella no se fue aunque Rajoy "posiblemente lo decía" por ella. "La desbandada de votos que comenzó en el 2015 de manera fortísima el nuevo PP de Pablo Casado no ha sido capaz de frenarla", ha asegurado. "Espero que muchos vuelvan", ha añadido.
Aguirre considera que "algunos no se han sentido representados con un gobierno de mayoría absoluta" y que ese Gobierno "no fue capaz de dar la vuelta a algunas de las leyes ideológicas de Zapatero".
Para Aguirre "el resultado del domingo ha sido una derrota sin paliativos. "Es verdad que Casado acababa de llegar y Rajoy recibió un partido unido. Casado ha recibido un centro-derecha dividido en tres", ha manifestado.
"Si no llamamos extrema izquierda a Podemos que son antimonárquicos, comunistas y a favor de la autodeterminación no veo por qué hay que llamar extrema derecha a Vox que son constitucionalistas", ha dicho Aguirre.
La expresidenta madrileña ha dado la receta para al recuperación del PP: "El PP ha sido siempre la casa común de todos. Incluso los socialdemócratas, mire usted al señor Ángel Garrido. Tenemos que hacer un llamamiento a todo aquel que está a la derecha del partido socialista. Tenemos que hacer atractivo nuestro programa".
"Una patada a Abascal en mi trasero"
Aguirre también se ha referido a las declaraciones de Pablo Casado en las que dijo que Santiago Abascal "habia cobrado de chiringuitos y mamandurrias del PP hasta antes de ayer", en referencia a instituciones en las que le colocó la expresidenta: "Pablo Casado ha querido dar una patada a Santiago Abascal en mi trasero. Abascal vino aquí porque en el PP de País Vasco no le dejaron tomar posesión de su escaño".
"Nunca creé esas instituciones que existían. Había un puesto libre y me apreció de justicia. Huían del terrorismo que ahora charla con Pedro Sánchez", ha asegurado Aguirre.
La expresidenta madrileña también ha hablado sobre el cambio de partido de Ángel Garrido: "Lo va a hacer genial porque se ha hecho liberal. Yo soy liberal. Garrido no lo era y ahora se ha hecho".
Guerra: "No hay otro" escenario
El exvicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra ha considerado este jueves que el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, tendrá "difícil" gobernar en solitario, pero parece que "no hay otro" escenario teniendo en cuenta que ya se han descartado opciones. Ha apuntado que él tampoco citaría a Vox en una ronda de conversaciones con los partidos políticos.
Guerra ha hecho estas declaraciones antes de presentar al alcalde de Sevilla, Juan Espadas, en los desayunos informativos de Europa Press Andalucía, en colaboración con Fundación Cajasol, Orange, Atlantic Copper y Laboratorios Vir.
Según Guerra, casi la mitad de España tenía la inquietud e incluso "miedo" de que pudieran sumar las tres derechas y reeditar lo que hicieron en Andalucía y otra casi mitad de los ciudadanos tenía "miedo" a que el PSOE hiciera un acuerdo un acuerdo con independentistas o comunistas, mientras que un grupo más pequeño de la ciudadanía tenía "inquietud" por cualquiera de las dos fórmulas.