Con una pizca de victimismo y un puñado de culto a los líderes, Manuela Carmena e Íñigo Errejón han decidido olvidarse de todo el trabajo de grafismo de sus equipos creativos y plantar sus caras como logotipo de la papeleta electoral del uno y la otra para el próximo 26 de mayo.
Queda claro, pues, que Más Madrid no es más... que un nombre. Una intención, un mensaje. Que se engarza con que la alcaldesa quiere más -seguir en Cibeles- y con que el ex número dos de Podemos sentía que en su viejo partido iba a hacer menos -o que le habían hecho de menos, quién sabe-.
Como ya hizo aquel pequeño Podemos de Pablo Iglesias, coleta al viento en las europeas de 2014, el elemento de imagen de las papeletas de Más Madrid al Ayuntamiento de la capital y a la Asamblea de la Comunidad, tendrán los dos rostros serigrafiados de los líderes.
Quiso Carmena que la dejaran libre y cuando anunció en septiembre que sí que aspiraría a la reelección lo hizo marcando sus condiciones: montar ella su equipo, no someterse a cuotas de ningún partido y elegir sus colaboradores a dedo. Es decir, apostó por su propio capital político como exjueza roja, abuela entrañable y esperanza progresista que recuperó la Alcaldía para la izquierda un cuarto de siglo después de la llegada del PP. Y ahora la campaña se centra en ella, sus magdalenas y su sonrisa descolocada que desmonta a la oposición.
Y quiso Errejón "abrir" su candidatura, formar su equipo -se negaba a una número dos de Izquierda Unida, como Sol Sánchez, que le quería imponer la confluencia negociada por Iglesias y Garzón- y se topó con un no a sus condiciones. Así que se largó del partido que había fundado, de la mano de un amigo, cinco años antes. Con su prestigio personal como único aval, tiró de agenda y lo siguieron unos cuantos de sus fieles -entre ellos, su número dos, Clara Sánchez, hermana de la cabeza de lista de Podemos-, y ahora la campaña se centra en él. En él y en su hábil discurso para pedirse la herencia del verdadero Podemos, el que "quería ser punto de encuentro sin derechas ni izquierdas".
Total, que van de la mano. Y ella se beneficia del savoir faire del equipo de él para hacer campañas, mientras él se sube al carro del arrastre de la primera edil... con la ventaja de que igualando las papeletas puede aprovechar en las autonómicas el efecto arrastre de Manuela, contra la que no se presenta Podemos en las locales.
Toda esta decisión personalista de ambos provocó que Más Madrid fuera percibido como lo que, en realidad, era y de lo que ellos mismos presumían: algo nuevo. Pero eso tuvo un efecto pernicioso el pasado lunes, justo tras las elecciones generales. La Junta Electoral Central negó a Más Madrid la posibilidad de participar en debates electorales organizados por cadenas públicas, recibir espacios televisivos gratuitos o recibir subvenciones. ¿La razón aducida? Que se trata de un partido de "nueva creación".
Así que ni es heredero de Ahora Madrid ni se puede considerar un "grupo político significativo" porque es "de nueva creación" y sin resultados en elecciones anteriores de ninguna clase. El acuerdo se ratificó tras una consulta dirigida por la cadena autonómica Telemadrid, que en las últimas elecciones locales organizó varios debates en los que participó la entonces 'debutante' Manuela Carmena.
Después de reaccionar con una campaña por redes sociales pidiendo "balcones" desde los que colgar la efigie de ambos candidatos y el logo de Más Madrid, el equipo electoral de Errejón (y Carmena) ha sorprendido con este anuncio.
En una nota oficial de la plataforma se explica, con terminología de comunicación política y formas propagandísticas de campaña electoral, que "con esta imagen conjunta de las caras de los dos candidatos se refuerza además la propuesta de Más Madrid como una fórmula para unir el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid, que tanto tiempo han caminado separados y enfrentados".
Porque, además, ambos pretenden aprovechar una cosa cierta entre el electorado de Madrid: Carmena y Errejón son los candidatos más conocidos por la ciudadanía de todos los que concurren a los comicios autonómicos y locales. Pero sobre todo, aunque eso no lo dice el comunicado, son más conocidos que su nombre electoral... y los más conocidos -o casi los únicos conocidos- de sus sus propias listas.