El viento comienza a soplar de cara para el Partido Popular. Según sus propios números, manejados por la dirección nacional, la formación está repuntando en las encuestas tras el cataclismo de las elecciones generales. El sol parece que arranca a brillar… pero algunos de sus candidatos no lo ven tan claro. Al menos, eso se deduce de sus campañas electorales.
En algunas principales plazas municipales en posesión de los populares, como Málaga —la principal alcaldía del PP, con una hegemonía de más de dos décadas—, San Sebastián o Badalona, las siglas del partido han desaparecido. Y, en entre ellas, hay claroscuros: dista el caso de la capital de la Costa del Sol, donde el nombre del alcaldable, Francisco de la Torre, se dibuja con la tipografía del partido y el pequeño símbolo del registro, hasta el extremo de Borja Sémper, que en su cartelería desaparece cualquier ítem que pudiera ser relacionado con la formación, a excepción del color azul.
“Por encima de mi partido, está mi ciudad”, explicaba el candidato de San Sebastián —uno de los más críticos con la dirección del partido en los últimos tiempos—, en una entrevista radiofónica. Pero el hecho de que algunos de sus buques insignias consideren que han de ocultar las siglas o reducirlas al mínimo supone, para muchos críticos populares, un acierto. Así, pueden intentar recuperar a los electores perdidos. El candidato del PP en Badalona, Xavier García Albiol, resumió en una declaración la línea de su estrategia: “Le voy a votar a él, no al PP”.
Lemas locales con primeros planos
El alcalde malagueño y aspirante a la reelección por parte del PP siempre se ha mostrado como una de las fuerzas moderadas de mayor peso en el partido. Así, no extraña a propios y ajenos que prefiera destacar en su campaña su “contrato” con la ciudad bajo el lema Sigamos cambiando Málaga. A su lado, un primer plano de De la Torre con un fondo boscoso. Nada más.
Porque el PP es consciente de que su fortaleza son sus municipios: sus alcaldes y candidatos a nivel local, no tanto así la marca, tras el varapalo sufrido. En Génova creen que, frente a las otras formaciones que le sangran votos, ellos sí se pueden permitir que el foco no esté en el partido como en los candidatos. Para empezar, porque son “el partido con mayor capilaridad de España”, comentan. “Y eso no lo pueden decir ni Ciudadanos ni Vox: pregúntales cuál es su candidato en Ávila. No lo saben”.
Aunque otros destacados populares consideran que, precisamente, ese es el gran gigante contra el que luchar. “Ellos sólo necesitan la marca, todo lo demás a sus votantes les da igual. Nosotros tenemos que convencer y reilusionar, y a veces las siglas pesan”, piensa una veterana diputada.
El PP, que se presenta como "única alternativa" al PSOE, presume de haber presentado 60.000 personas candidatos a los comicios del 26 de mayo. Con 22.744 concejales y 3.422 alcaldes en toda España, recuerda que es la formación con mayor implantación territorial, presente en todas las ciudades y pueblos del país.
Remontada en campaña
“No podemos hacer magia en quince días, pero los resultados van a ser mejores”, apuntan fuentes cercanas a la dirección nacional a este periódico. El partido se siente fuerte, “bien”. Y así creen que lo están transmitiendo en esta campaña.
El mejor síntoma, según el entorno de Casado, es el retorno de electores que optaron por otros partidos en las generales. Especialmente, de quienes escogieron la papeleta de los de Santiago Abascal. “Ya nos están llegando, de manera contundente, mensajes de votantes que votaron a Vox y se han dado cuenta de que no sirve para nada”.