Tres encapuchados armados con palos y pintura han destrozado este miércoles quince fotocopiadoras de las facultades de Economía y de Derecho de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), así como del aulario central.
La asociación estudiantil constitucionalista S'ha Acabat ha denunciado los hechos en su cuenta de Twitter y ha acusado de ellos a "los matones del SEPC". Es decir, al Sindicato de Estudiantes de los Países Catalanes, una organización radical afín a la CUP, conocida por su agresividad contra los estudiantes no independentistas.
El SEPC no ha tardado en responder con un tuit en el que, sin negar los hechos, pedía "pruebas" a S'ha Acabat. "El poco interés por los trabajadores se delata. Se nota que la mitad [de los miembros de S'ha Acabat] no son estudiantes de la UAB. ¿Cómo sabéis que hemos sido nosotros? ¿Alguna prueba? Para defender la sacrosanta unidad de España se pueden hacer cosas más originales", decía el mensaje, antes de finalizar con un "¡Viva la lucha obrera!".
Según fuentes de S'ha Acabat, los tres encapuchados han destrozado con total impunidad las impresoras. Nadie les ha detenido y no hay constancia de que la Universidad esté intentando averiguar sus identidades. No es la primera vez que ocurre. "En una ocasión, la Universidad cerró una copistería para poner una sala de profesores en la facultad de Comunicación. Entonces, entraron en la sala y la reventaron para exigir que volviera a ser una copistería", cuentan en S'ha Acabat.
Aunque nadie ha reivindicado hasta ahora la autoría de los destrozos, la identidad de los encapuchados no parece ser un misterio para los miembros de S'ha Acabat: "Probablemente, son los mismos de siempre. Nadie, aparte de ellos, es tan fanático como para hacer algo así", dice uno de sus miembros. La inquina independentista contra las fotocopiadoras parece datar de dos años atrás, cuando la Universidad cerró varias copisterías y las sustituyó por fotocopiadoras.
A la hora de redactar este texto, y según fuentes de S'ha Acabat, los responsables de la Autónoma habían "castigado" las impresoras que quedaban en pie en los pasillos de sus facultades bloqueándolas para que ningún estudiante pudiera hacer uso de ellas. A la vista de lo ocurrido, parece que el ludismo -el movimiento decimonónico contra las máquinas al comienzo de la Revolución industrial- ha ganado una de sus primeras batallas en la universidad catalana del siglo XXI.
La diputada de Ciudadanos Sonia Sierra ha denunciado también los hechos en su cuenta de Twitter, lamentándose por el caos que parece vivirse en la UAB y que la ha convertido, en sus propias palabras, en "un territorio sin ley".