Poco después del mediodía de este miércoles, Begoña Villacís sufrió un escrache a manos de simpatizantes de la PAH. En plena fiesta patronal, a casi treinta grados, con la alcaldable a sólo dos días de dar a luz. La insultaron y la persiguieron. Vistas las imágenes, distintos dirigentes de PP y PSOE se interesaron por su estado, pero no Manuela Carmena, cuya respuesta ha llegado un día más tarde.
La candidata de Ciudadanos, que este viernes dará a luz a su tercera hija mediante una cesárea programada, ha agradecido el gesto, pero también ha lamentado: “Me hubiera gustado que hubiese llegado antes”.
Villacís, en un encuentro informativo organizado por el Club Siglo XXI, ha recalcado que el mensaje de la exjueza ha llegado después de una catarata de peticiones: “Entre ellas la mía”. “En esto el tiempo sí es importante. Eché en falta su apoyo. Tuvo que estar más ágil, con más reflejos y haberlo tenido más claro”.
Según la dirigente liberal, la alcaldesa madrileña -a diferencia de mandatarios de PP y PSOE- no le ha enviado un mensaje hasta este jueves por la mañana. Villacís, en conversación con este diario, reconoce que el gesto la ha reconfortado, pero critica su tardanza.
"Feministas de pacotilla"
Arrimadas, que la ha acompañado ante la prensa, ha tachado a los artífices del escrache de “feministas de pacotilla”: “Es infame. Acosaron a una embarazada de ocho meses y medio”.
Carmena guardó silencio hasta este jueves por la mañana, cuando atendió a los medios antes de un acto de campaña. La regidora ha dicho “no compartir en absoluto” lo sucedido y lo ha calificado de “inaceptable.
Los dirigentes de Ciudadanos vinculan el acoso a “Carmena y sus amigos”. La alcaldesa ha negado cualquier vinculación. Incluso ha dicho haber sufrido situaciones “muy parecidas”.
Pablo Iglesias, que antes de entrar en política escrachó a Rosa Díez en la Universidad Complutense, llegó a referirse a este tipo de acciones como el “jarabe democrático de los de abajo”. Al hilo de esa expresión, Villacís, en una comida informativa junto a su amiga Inés Arrimadas, ha espetado: “¿Cómo que jarabe? ¿Tengo una enfermedad? Cobardes”.
La alcaldable de Ciudadanos ha definido la política como “algo honorable”, “un servicio público”: “Pensar que el acoso, la violencia o el acecho están legitimados es envenenar a la sociedad. No podemos incrementar el umbral de lo aceptable”.