La suciedad de Madrid ha venido capitalizando los episodios más importantes del último mandato, pero la ausencia de soluciones ha convertido el problema en uno de los ejes de la campaña. La oposición recrimina a Manuela Carmena no haber sido capaz de afrontar un mal que, como demuestran estas fotografías, carcome varios distritos de la ciudad.
PP y Ciudadanos -el PSOE tan sólo a veces y con menor vehemencia- se remiten a los "avisos de limpieza" lanzados por los madrileños al Consistorio entre enero y febrero -últimos datos disponibles-. El porcentaje, respecto al mismo periodo en 2018, se ha incrementado un 142,9%.
Una realidad que coincide con las conclusiones del Observatorio de Servicios Urbanos (OSUR). Su último barómetro detecta que sólo un 28% de los madrileños está "satisfecho" con la limpieza viaria de la ciudad. Nueve puntos por debajo de la media nacional. El resto de parámetros se sitúa por encima del aprobado, un indicio de la gravedad del problema.
Cuando le preguntan en el pleno, Carmena suele agarrase a los contratos integrales firmados por Ana Botella poco antes de que el PP perdiera la alcaldía. La exregidora adoptó un formato integral y reunió la limpieza en una contrata junto a otros 38 asuntos. El compromiso caduca en 2021 y su rescisión es compleja.
El contrato no indica el número de barrenderos que deben emplearse y ahí está la trampa. Debido a una economía resentida, estas empresas redujeron la cifra y Madrid perdió alrededor de 2.000 trabajadores de limpieza.
Ciudadanos, explica un portavoz autorizado a este periódico, considera que sí puede quebrarse ese contrato. Y en el peor de los casos, "debería negociarse". Las empresas cobran un 80% fijo y un 20% en función de éxito y variables. "La alcaldesa pudo haber hecho mucho más", coincide el Partido Popular.
Begoña Villacís, en su programa, propone un "plan de choque" a efectuar en los cien primeros días, que está cifrado en cuarenta millones de euros. "Madrid lleva mucho tiempo más sucia de lo que debiera", contó la candidata a este diario en una entrevista. Aquella afirmación supone repartir la culpa a partes iguales entre PP -por la firma de los contratos- y Carmena.
El Partido Popular se compromete a incrementar el presupuesto de limpieza. En su programa se menciona el "nuevo contrato", aunque no se hace referencia a la ruptura de los actuales.
Los conservadores critican las "ocurrencias" de Carmena: "Concurso integral de recogida de colillas, limpieza de colegios por parte de las madres, universitarios limpiando calles...".